Uno de los grandes problemas muy poco abordados realmente por “nuestras” autoridades municipales, es que nos vamos acostumbrando a convivir con la basura, los esfuerzos realizados hasta hoy por parte de estas son insuficientes, la cotidianidad nos demuestra que no basta con la adquisición de nueva maquinaria de transporte de basura, que se reduce al recojo y traslado de la misma al basural.
En este preciso momento mirando el piso de cualquier calle de nuestra ciudad, sin mucho esfuerzo vamos a encontrar en la calle, un plástico de cualquier producto, esto es más llamativo en los lugares donde se viene ejecutando las obras nuevas de pavimentación, - que no siempre son duraderos, sino miremos el área del barrio “Juana Azurduy de Padilla”, que tuvo una “vida” pintona de menos de 90 días y del que ninguna de las autoridades dice nada, pero tampoco los vecinos -, pues antes de echar la última capa del pavimento, advertimos que la única empresa existente en Oruro, especializada en la materia, echa alquitrán, que en su tiempo de demostración, atrae a todo tipo de plásticos que por la fuerza de la naturaleza -del viento- se apostan en una vergonzosa mixtura de plásticos, que posteriormente son enterrados por la última capa.
Lo triste es que la mirada de “nuestras autoridades” municipales, se centra en el centro de la ciudad, olvidan todos estos que de alguna forma fueron respaldados por los ciudadanos para mejorar la ciudad y las condiciones de vida de sus habitantes, haría interesante que la mirada de estos también salga de sus oficinas para darse una vuelta por el entorno de la Circunvalación, donde reina con su poderío los distintos tipos de plástico, que pugnan por liberarse del cerco de la tierra para volar con rumbo desconocido, máxime cuando nuestra ciudad tiene las características ser “ciudad del viento”.
En algo más de 60 días, se irá el año 2013 y nos deja una ciudad con muchos desafíos que pensamos que se cambiarían con las nuevas autoridades desde el año 2010, - una vez más nos equivocamos-, quizá unos tenemos mayor responsabilidad que otros, no aguardamos que cuando uno llega al poder, era sólo para gozar de ella y no para transformar los principales problemas de nuestra ciudad, entre ellos como combatir a las ciudadanas y ciudadanos que tiran los plásticos en las calles de la ciudad. Quizá la respuesta sea mayor propaganda en las buenas costumbres de la comunidad, que en la demostración jactanciosa de obras que se inauguran y entregan, en el que el denominar común es el “agradecimiento” a la autoridad municipal, como si se tratará que la obra que entrega es con su dinero.
Sin duda que para lograr resultados sobre el combate contra la basura de nuestra ciudad, se requiere de un plan decidido y no de improvisación que es lo que cotidianamente vemos, lástima que las orureñas y los orureños hayamos elegido a autoridades de la demagogia e inoperantes que no les interesa ni una pisca sobre los problemas básicos de la ciudad, que permitan transformar la vida de sus habitantes.
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