Una gran aventura

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Mirando hacia el cielo azul del altiplano, de repente aparece un ave considerada por estos parajes de sangre real, se trata de un cóndor que vuela imponente como si vigilara sus dominios desde las alturas, mientras una brisa fría se desliza sobre el rostro.

¿Pero qué ocurre? Hace un momento nos encontrábamos en el altiplano y ahora estamos corriendo por la selva, tratando de esquivar a unos secuestradores que ya enviaron al otro mundo a una persona, debemos escondernos bien porque se trata de poderosos narcotraficantes.

Un giro más y ahora estamos en un pueblo que parece hace cien años olvidado, por lo visto había una empresa bananera que dejó de funcionar por buen tiempo.

Ahora estamos recibiendo consejos de parte de un líder que quiere guiarnos por el camino espiritual.

Cuando leemos libros estamos activando nuestra imaginación, pues a diferencia del cine, la televisión o el video, no hay imágenes en movimiento que nos den las escenas digeridas, sino que con la descripción detallada que hacen los autores, sobre lugares, momentos, personajes, estados de ánimos y otros, los lectores deben imaginar, por lo que cada historia será percibida de una manera distinta de tal manera que una historia no será la misma para una persona que para la otra.

De eso se trata la aventura de tener un libro entre las manos. Además, todo dependerá de quien lea determinada historia, puede leerla un niño, su maestra o su progenitor, y éste la imaginará también de acuerdo a la entonación que le de cada narrador.

Los libros por lo general son vistos como algo tedioso y aburrido, porque los niño se basan en los textos que se les da para leer en la escuela, pero estos tienen una carga de seriedad y de tarea escolar, por lo que resulta tedioso tomarlos y leerlos.

No obstante, como se pudo observar al principio de este texto, cada libro puede resultar una gran aventura, porque puede llevarnos a tierras lejanas, a lugares remotos, hacernos saltar de un clima al otro, puede llevarnos desde una selva salvaje a una gran ciudad.

Es importante que no sólo los maestros tomen en cuenta este aspecto para lograr que sus alumnos se interesen más por los libros, sino que quienes deben estar alertas son sobre todo los padres, ya que muchos de ellos compran libros para sus hijos, pero se conforman con entregárselos y esperar que los niños comiencen a leerlos por inercia, sin embargo, la idea es que los padres deben incentivar a la lectura de textos dando el ejemplo, por supuesto, cuando lleven un libro a sus hijos deben comenzar a leer para ellos, una vez que los pequeños se interesen en la trama será más sencillo dejar que sean ellos quienes tomen el libro y lo lean.

Hay muchos errores que los adultos cometemos al momento de incentivar a nuestros hijos a la lectura y en más de una ocasión se termina mal, pues los niños en lugar de amar la lectura comienzan a odiarla y a verla como algo tedioso.

La madre dice, niños hoy vamos a dar un hermoso paseo a un lugar que les va a encantar, los pequeños con curiosidad y ansiosos por saber qué sitio es ese esperan a llegar a destino, una vez que llegan se pinta un gesto de desilusión y a coro, en tono desanimado preguntan ¿la biblioteca? Con las espaldas encorvadas, los brazos colgando a los lados y la cabeza gacha, casi sin ganas entran en la biblioteca, como obligados por su madre.

La madre habla con la bibliotecaria y pide que sugiera a los niños algunas lecturas para que se entretengan, la funcionaria entusiasmada comienza a ofrecer libros de letras grandes y coloridos dibujos, los pequeños comienzan a entusiasmarse y una vez que se adentran en el mundo de los libros no quieren dejarlos, le piden a la madre que los lleve de nuevo a ese interesante paseo en otra oportunidad, pues la biblioteca tiene que cerrarse y ellos deben ir a su casa.

Esta es un experiencia que vivió la autora de la nota muy de cerca, por lo que se puede decir, con conocimiento de causa, que el mundo de los libros es maravilloso y cada historia constituye una gran aventura que ningún niño debiera perderse.

Existen algunas experiencias, principalmente en Cochabamba en que se promueve la lectura a distintos niveles, pues la experiencia nació gracias a la conocida escritora Gaby Vallejos de Bolívar, quien además elaboró un Manual del Promotor de Lectura y hoy por hoy dirige la biblioteca Thuruchapitas, un sitio destinado exclusivamente a enseñar a los niños a amar la lectura, un lugar donde no se confunde la lectura con tareas, donde no se permite que dicha actividad parezca tediosa, sino que resulte un maravilloso suceso.

Experiencias como esa son dignas de imitarse y desde estas páginas hacemos un llamado a los padres de familia para que dediquen por lo menos 15 minutos de su día a leer junto a sus hijos, será una hermosa experiencia para ambos, que estrechará los lazos afectivos entre padres e hijos, además que mejorará el vocabulario, la dicción y hasta la ortografía de los chicos. En resumen leer es una actividad sumamente gratificante y útil.

Fuente: LA PATRIA