Viernes 25 de octubre de 2013
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A pesar de que las plantas medicinales no son utilizadas para enfermedades graves o agudas, sino más bien para mantener sano el cuerpo o también como prevención para malestares ligeros, o como terapia suplementaria para aliviar los síntomas, es indiscutible su fuerza sanadora, la que viene actuando desde hace milenios formando parte de un conocimiento ancestral. Pues incluso cuando aún hoy día los principios activos no han podido ser demostrados en todo su amplio espectro con los métodos científicos actuales, éstos actúan y ayudan.
La naturaleza está llena de vida, por lo que es recomendable dirigirnos a las plantas como seres vivos cuyas fuerzas informativas pueden dar impulsos para que el cuerpo humano pueda volver a tener un equilibrio armonioso.
En el libro “Reconócete y cúrate a través de la fuerza del Espíritu” que nos ha sido dado por la profecía actual, se lee lo siguiente sobre las plantas medicinales: “Trátalas bien y reconoce que contienen fuerzas etéreas muy valiosas. Y cuanto más te orientes tu a las fuerzas etéreas tanto más se activarán éstas en las hierbas y formas de vida”.