El psicólogo responde

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Licenciada, tengo 27 años, me siento muy mal porque soy bajita y estoy muy gorda. Hace algunos años que no tengo una cita con ningún chico.

Nunca puedo iniciar una dieta siquiera, me falta voluntad para eso.

Lo peor es que no paro de comer. Cuando comienzo a comer, odio ver lo que estoy comiendo porque sé que me hace daño y me hace engordar. Todo lo que me gusta, me hace daño. Pero no lo puedo evitar. Sigo comiendo. Creo que vivo para comer y mi vicio me hace sentir muy mal.

¿Qué hago? Ayúdeme por favor.

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Querida amiga:

No importa la situación o las circunstancias en las que estás ahora. Las exageraciones te desestabilizan, pero lo bueno es que encuentras en algún momento el equilibrio. Piensa que en cuanto encuentres algo que le dé un sentido a tu vida querrás alcanzar metas que jamás te habías imaginado alcanzar.

La grasa corporal se puede controlar, trata de comer más saludable. Si te dan ganas de comer a cada rato y sólo piensas en picar algo como papas fritas o algún alimento no saludable, reemplázalo por un vaso de agua, frutas o verduras que puedes acompañar con muy poca de sal y aceite light.

Esto logrará distraer de tu mente las ganas de seguir queriendo hundirte en tu mal hábito.

Si eres bajita y te sientes o te ves gorda, el hecho de que te des cuenta ahora, será el comienzo de tu cambio. Si quieres, puedes verte mejor siendo tú misma, en cuanto comiences rutinas de ejercicios o dietas no olvides cultivar las virtudes de tu personalidad.

La mujer delgada es un estereotipo que ha creado la sociedad. La imagen corporal no consiste en verse flaca o gorda, bajita o alta, sino en saber aceptar las formas de tu cuerpo, las partes de tu cuerpo y saberlas lucir.

Recuerda que puedes controlar cómo te presentas y no cómo te perciben los demás.

Cuando ganes más confianza en ti misma, estarás preparada para tener una relación de pareja. Asume tu realidad ahora, asume tu gordura, tu estatura, como un reto, piensa que tienes algún objetivo en este mundo, en tu vida.

Ten el valor de enfrentar tu realidad y sigue adelante.

Es importante que bajo el apoyo de tu familia, amigos y profesionales de las ramas médicas, trates de evaluar tu salud.

Más conviene tener el apoyo psicológico de un profesional que te acompañe para darte ese impulso que necesitas.

Fuente: LA PATRIA