Las facilidades que se abren en la venta de todo tipo de movilidades permiten que un alto porcentaje de ciudadanos se conviertan en propietarios de nuevas unidades, una mayoría para el sector de transporte privado y un considerable porcentaje para el servicio público, urbano, provincial e interdepartamental.
Resultan sorprendentes las cifras que oficializa el Instituto Nacional de Estadística, INE, al señalar que el parque automotor del país suma hasta la gestión 2012 la cantidad de 1.206.750 movilidades de todo tipo, por tanto hablar de más de un millón de vehículos circulando en calles y carreteras de todo el país es un referente significativo del aprovechamiento coyuntural de una economía accesible a las diferentes capas sociales de la población.
Cuando se habla del país en conjunto resulta que Oruro ocupa un tercer lugar en la cantidad de su parque automotor, después de La Paz y Santa Cruz disputando con Cochabamba ese lugar, lo que se refleja naturalmente en el congestionamiento vial especialmente en el sector central de la ciudad.
El Registro Único de Administración Tributaria Municipal (Ruat) señala que hace más de una década el número de motorizados no llegaba a 4 mil y en la actualidad hay más de 71 mil vehículos registrados en la ciudad y que se supone están en tránsito diario en el departamento.
De acuerdo al Ruat hasta 1998 la mayoría de vehículos del servicio particular sumaban algo más de 3 mil 500 coches y eran poco más de 300 los de servicio público. Las condiciones han variado en el tiempo y el registro de motorizados particulares se elevó hasta 67.865 en la gestión 2012, en tanto que las unidades de servicio público estuvieron muy cerca de las 2 mil. En el caso de vehículos oficiales de menos de 10 pasaron de 900 lo que debería garantizar la atención en las diferentes entidades públicas.
El crecimiento constante de la incorporación de más movilidades al parque automotor hace que hablemos de un número hasta la presente gestión superior a los 75 mil vehículos en circulación en todo el departamento, pero con una concentración impresionante en la ciudad.
La Alcaldía recibe un buen ingreso por el rubro de impuestos, otro tanto y obligado pasa por los surtidores de YPFB, mientras que los retenes de la Administración Boliviana de Caminos (ABC) retiene otro porcentaje que no pueden eludir viajeros dentro el departamento o fuera de él, por tanto el crecimiento automotor produce ingresos importantes a las cuentas del municipio y la entidad caminera.
El inusitado crecimiento del número de motorizados ocasiona enormes “trancaderas”, sufrimiento directo por falta de parqueos públicos o privados, peligro latente para peatones en todo sitio, atentado auditivo por uso de las bocinas y abierta contaminación del medio ambiente… Se diría que a más vehículos más beneficios para la población, sin embargo el caos reinante y la falta de normativas que hagan cumplir las autoridades resulta más bien un peligro y una molestia latente para la comunidad, por tanto merece un estudio particular.
El crecimiento del parque automotor beneficia de manera directa a entes recaudadores de impuestos y por lo mismo estos organismos deben ser responsables de mejorar las vías de circulación con adecuada señalización vertical y horizontal, en la ciudad y en los caminos. Es lo mínimo que exigen los ciudadanos de a pie, además de un mejor servicio del transporte público.
Fuente: LA PATRIA
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