Para analistas políticos que observan lo que está ocurriendo desde algunas semanas atrás entre autoridades de Gobierno y los empresarios privados de Santa Cruz, se vislumbra un franco acercamiento de partes, por supuesto con intereses particulares, para el MAS lo principal es consolidar un acercamiento con el fuerte sector empresarial con miras a lograr un triunfo en esa importante plaza política en la próxima elección. Para los empresarios el asunto deriva en un factor defensivo de intereses económicos para garantizar con apoyo oficial el sistema productivo del oriente.
Lo evidente es que se abrió una nueva fase del relacionamiento político y empresarial en el estratégico departamento cruceño, que hasta el presente ha sido siempre el de mayor resistencia a la política del partido oficialista, sin embargo el sólo hecho de haber permitido que el Presidente Evo Morales por primera vez, en sus dos gestiones, inaugure la Expocruz es ya una clara muestra de haberse roto el hielo existente y calentar los motores para mejorar las relaciones de mutuos beneficios.
Desde la oposición el asunto también toma cuerpo dadas las notorias muestras de beneplácito entre las partes y la visita más frecuente del Presidente para la entrega de obras, por un lado o el inicio de otras, aprovechando cualquier tipo de recordación cívica, comercial o de otros fines que se cumpla en Santa Cruz.
Los analistas señalan que “hay marcado interés en el oficialismo por consolidar una alianza estratégica con los empresarios del oriente”, posiblemente dicen para compensar la pérdida de fuerza y credibilidad que confronta el partido oficial en el occidente.
Mientras tanto el mismo tema en la óptica empresarial ya no es una novedad, pues un connotado líder empresarial afirma que el acercamiento con el MAS es ya de tiempo atrás, “porque es necesario que entre todos se impulse al país hacia un seguro desarrollo productivo”. Los empresarios creen que “es una búsqueda de articulación pública privada, sin importar quién sea el gobierno”.
De momento, todo hace suponer que las “relaciones coyunturales” ya abiertas entre los empresarios y el partido oficial podrían prosperar mucho más, en la medida que desde ambos lados se alienten los motivos para coordinar mayores condiciones de interrelación político – económicas.
De las condiciones en que se fomenten esas relaciones dependerá además el comportamiento que puedan adoptar los otros sectores de la “cruceñidad”, especialmente las ligadas al movimiento cívico del oriente y las vinculadas de manera directa con el partido cruceño que liderizan el actual gobernador y un connotado grupo de políticos que todavía no se han pronunciado oficialmente sobre el interesante proceso de cambio en las relaciones políticas y económicas del fuerte sector empresarial y el partido oficial.
Las cosas, como van, no tienen un viso formal de ninguno de los lados, pero en éstas circunstancias bien vale el disimulo político, en tanto puedan afirmarse las bases de un acuerdo que implícitamente puede darse, sin documento pero de mucho riesgo para su cumplimiento electoralista y los resultados que puedan contarse en votos, después de la jornada de octubre el año próximo.
Este asunto con seguridad que desatará comentarios particularizados de manera especial entre el sector empresarial del país y con mucha expectativa se espera opiniones de los ejecutivos del máximo organismo empresarial del país que funciona en la Sede de Gobierno y las federaciones del sector en el occidente.
Fuente: LA PATRIA
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