Los hidrocarburos, manufacturas y minería impulsan las exportaciones

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Las exportaciones bolivianas registradas entre los meses de enero y agosto del año en curso se incrementaron en un 8,7 por ciento, impulsadas según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) por la producción de los hidrocarburos, las manufacturas y la extracción de minerales.

La relación de cifras entre el periodo actual y el de la gestión pasada, marca las diferencias con un registro actual de 7.978 millones de dólares en ocho meses frente a los 7.333 millones de dólares del año pasado en igual periodo, lo que significa un incremento del 8,7 %.

El desglose de los ingresos incrementados marca a los hidrocarburos como la principal fuente de ingresos con 4.300 millones de $us, y particularizando la producción del gas natural que en la actualidad significa 59 millones de metros cúbicos por día (MMmcd). De esa cantidad se destinan 17 MMmcd al mercado argentino, unos 31 MMmcd se dispone para el Brasil y algo más de 10 MMmcd corresponde al consumo interno.

En cuanto a la minería, que ocupa el tercer lugar en las exportaciones, la suma de las ventas registra 1.299.04 millones de dólares, con una baja sustancial debido a la caída en la cotización de los precios internacionales a causa de una crisis en los países industrializados. Sin embargo las ventas de plata llegaron a 568 millones, seguido por el zinc con 496 millones y el plomo con 104 millones de dólares, entre los más importantes, aparte del oro y el estaño que en ese periodo registraron también un importante incremento.

Estos datos reflejan la importancia de los rubros productivos más importantes y perecederos según los analistas, pues el uso de nuestros recursos naturales, el caso de los hidrocarburos y los minerales, serán por mucho tiempo la base de la economía nacional. Las manufacturas, la agro ganadería u otros rubros exportables serán complementarios a la producción de las riquezas naturales que con una proyección industrial y con valor agregado, incrementarán los beneficios para el Erario nacional y la colectividad nacional.

Por esas apreciaciones es importante exigir al Gobierno una definición sobre la política minera boliviana, considerando que los yacimientos mineralizados merecen una urgente prospección, su exploración seria y la concreción de proyectos a mediano y largo plazo, sabiendo que en minería las inversiones proporcionan dividendos después de muchos años de trabajo intenso y sostenible. Que la industria manufacturera ocupe un segundo lugar en las exportaciones en los primeros ocho meses del presente año, es un hecho coyuntural, debido a que en ese periodo los precios internacionales de minerales estuvieron en bajada.

Una decisión especial del poder Ejecutivo debería establecer las condiciones para priorizar el salto productivo minero hacia la industrialización de nuestras materias primas, uno de los paradigmas bolivianos hacia su independencia económica, hecho que debe merecer prioridad en cualquier agenda gubernamental. La minería sustentable, como sucede en algunos países vecinos, es un signo absolutamente claro para encarar el desarrollo de un crecimiento diverso y siempre creciente.

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