Jueves 03 de octubre de 2013
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Aunque parezca que la cadena del inodoro crea un pequeño tsunami en el inodoro que puede con todo, hemos de ser conscientes de que las alcantarillas son una terrible fuente de contaminación por los malos hábitos de los ciudadanos.
Así es, no sólo contaminan las fábricas o los tubos de escape de los coches, sino también nosotros con nuestro inocente tirar de la cadena para que se lleve un sinfín de objetos o líquidos que no deberían eliminarse de este modo. Hablamos de aceites, tampones o un sinfín de sustancias tóxicas que además de dificultar el tratamiento de las aguas fecales suponen la mayor contaminación a la que han de hacer frente las depuradoras.
Entre otros objetos, se tiran restos de comida, toallas húmedas, condones, pañales, la lejía y el amoniaco, los medicamentos, las pinturas y disolventes, los jabones y detergentes, así como cualquier otro objeto que se quiera desechar, sin más contemplaciones.
Un claro ejemplo son los aceites vegetales, las grasas alimentarias y el aceite para el coche, siendo tremendamente problemáticos también los pesticidas, los insecticidas y los tratamientos antical.
Fuente: Ecologismos.com