Warning: inet_pton(): Unrecognized address in /home/lapatri2/public_html/wp-content/plugins/wordfence/vendor/wordfence/wf-waf/src/lib/utils.php on line 28
Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Dicen que el diablo anda suelto en el Vaticano - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Una advertencia realizada el sábado por el Papa Francisco, deja serias interrogantes a los católicos y cristianos, puesto que anunció que el diablo trata de crear una guerra civil interna, una suerte de guerra civil y espiritual, que tiene como principal elemento de ataque la chismografía, que si bien está presente en todas partes y a cada hora, pues no deja libre ni al Sumo Pontífice, quien pidió orar por él y por su ministerio.
Este SOS lanzado por el obispo de Roma y conductor de la Iglesia Católica, resulta ser una metáfora interesante, cuando afirma que “es una guerra que no se hace con las armas, que conocemos, se hace con la lengua", según la homilía que pronunció en el Cuerpo de Gendarmería Vaticana, en la gruta de Lourdes en los Jardines Vaticanos para conmemorar la fiesta de los gendarmes, San Miguel Arcángel.
Si tomamos en cuenta la advertencia del Papa argentino, habrá que pensar que el diablo anda suelto en todas partes, porque la diatriba, las murmuraciones, las acusaciones sin fundamento y hasta las versiones que se consideran secreto a voces, son parte de esa guerra sicológica que siempre existió y ahora resulta ser que es el diablo quien trata de crear una guerra civil interna, una suerte de guerra civil y espiritual, en el Vaticano.
La guerra interna desatada en el Vaticano, por los dimes y diretes parece tocar fondo, puesto que el Papa Francisco pidió protección de San Miguel Arcángel para que le ayude en esta guerra, recomendando a todos los bautizados que “nunca debemos hablar mal uno del otro, nunca abrir los oídos a los chismorreos", ya que estos hacen daño, crean rencor, producen división y hasta son parte de ese odio enconado que hay en todo sitio y lugar, porque nunca faltan los chismosos, los comedidos y quienes creen tener la verdad, cuando solamente se ocupan de dañar la dignidad y la honorabilidad de las personas, mirando sólo la paja en el ojo ajeno sin fijarse la paja que tienen en el ojo, como dice el adagio popular.
La decisión pontificia es acertada, porque para el Papa, el chismorreo de hecho, debe convertirse en una "lengua prohibida" en el Vaticano, puesto que "genera el mal", cuando dijo a los gendarmes que intervengan si escuchan cualquier "chascarrillo", afirmando que "es necesario frenarlo" y que cuando adviertan ese tipo de comportamiento digan: "Aquí no se puede: salga por la puerta de Santa Ana (que da entrada al Vaticano), vaya fuera y chismorree allí. Aquí no se puede".
El Sumo Pontífice angustiado por los corrillos que circulan en el vaticano, les pidió a los integrantes de la Gendarmería Vaticana, que "no solo defendáis las puertas, las ventanas del Vaticano" sino que defiendan como vuestro patrón a San Miguel la puerta del corazón de quien trabaja en Vaticano, donde la tentación entra exactamente como en tantos otros sitios", con un talante negativo, asegurando que "es una tentación que al diablo le gusta mucho: aquella contra la unidad, cuando las insidias van contra la unidad de que los que viven y trabajan en el Vaticano".
Ya en la tradicional audiencia en la plaza de San Pedro, el pasado miércoles, el Papa Francisco, recomendó que: "Antes de chismorrear, un cristiano debe morderse la lengua, (...) le hará bien porque la lengua se hincha y no podrá hablar, ni chismorrear", dijo al pedir una Iglesia Católica que cada vez demuestre mayor adhesión a la espiritualidad para tener un generoso testimonio evangélico basado en el sincero amor fraterno, antes que la calumnia, los odios, rencores y hasta la incomprensión que hay en muchas familias por el excesivo chismorreo que se convierte en el cotidiano vivir.
La reflexión del Sumo Pontífice es válida en Roma o en cualquier parte del mundo, donde el diablo anda suelto y está presente en los murmullos callejeros, en los comentarios y susurros al oído, las verdades a medias y las diatriba que no son otra cosa que las acciones de quienes extraviados por argucias llegaron a dudar de la verdad, de la justicia, del honor y de la virtud, sin darse cuenta que la verdad nunca muere, porque la verdad es eterna, por la razón y no para aquellos que viven en las tinieblas. Ojalá esa advertencia del Papa Francisco motive una reflexión franca y sincera para poner nuestros corazones al servicio de la verdad y la justicia, antes que el dominio de sus intereses personales y de grupo.
(*) Periodista
lapalabraencarnada@bolivia.com
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.