La República de Bolivia vive, no ha muerto ni fue enterrada, lo bolivianos vivimos en un Estado Unitario y seguiremos siendo tal, un país dotado de poder soberano e independiente que integra la población en un territorio como manda la antigua y la nueva Constitución Política del Estado y sólo estamos transitando de un modelo de economía liberal a otro social de derecho plurinacional comunitario vigente desde el 22 de enero con la posesión del Presidente y Vicepresidente, como autoridades del nuevo gobierno y la vigencia plena de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
El Estado no muere ni puede ser enterrado, el Estado es “país soberano, reconocido como tal en el orden internacional, asentado en un territorio determinado y dotado de órganos de gobierno propios” —según la definición de la Academia de la Lengua Española— y funciona como la República de Bolivia fundada el 6 de agosto de 1825 y a partir del 22 de enero de 2010 ingresamos a una nueva etapa organizacional de sus poderes. Como dicen se estaría transitando de un Estado aparente a uno integral, pero Estado Unitario al fin.
En consecuencia Estado es la forma de organización política, dotada de poder soberano e independiente, que integra la población de un territorio y por lo tanto para “enterrar” al Estado nos tendrían también que enterrar a todos los bolivianos, hecho que jamás ocurrirá porque estamos conscientes de nuestros derechos, obligaciones y libertades consagradas en la Carta Magna que es la ley de leyes de nuestra República. Habrá que asumir como una metáfora la insinuación de haber “enterrado al Estado colonial, republicano y neoliberal”.
La puesta en vigencia de una Nueva Constitución Política del Estado (NCPE), no supone “borrón y cuenta nueva”, es más bien la aplicación de una nueva norma constitucional actualizada y modificada que requiere aprobar nuevas leyes, las 100 leyes que mencionan los gobernantes, para que Bolivia continúe siendo un Estado Unitario que se define también como el conjunto de los poderes y órganos de gobierno de un país soberano, asumiendo todos el reto histórico de construir colectivamente el nuevo modelo de Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario que rige en la nueva Constitución promulgada el 7 de febrero de 2009.
Para confirmar que nuestro país no ha perdido a su Estado, basta leer el artículo primero de la NCPE donde indica: “Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país”. Eso quiere decir que también se reconoce la economía de libre mercado o sea el “enterrado” modelo neoliberal.
La vigencia del Estado se reconoce asimismo en el artículo tercero de la NCPE, cuando manifiesta: “La nación boliviana está conformada por la totalidad de las bolivianas y los bolivianos, las naciones y pueblos indígena originario campesinos y las comunidades interculturales y afrobolivianas que en conjunto constituyen el pueblo boliviano”. La única nación reconocida en Bolivia es la Nación Originaria Uru, con sus pueblos de los Chipayas, Muratos y los Iruhitos, cuya antigüedad data de 4.500 años.
Así podemos señalar que Bolivia desde su creación en 1825 es un Estado Unitario y se ratifica en la NCPE por la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios, y se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales, conforme la nueva Constitución y la ley.
En conclusión nos toca afirmar que Estado es la reunión de una multitud de hombres, que viven bajo leyes jurídicas, como define Inmanuel Kant, lo que se ratifica con la interpretación de Carré de Malberg, cuando dice que “El Estado es una comunidad de hombres (y mujeres) fijados sobre un territorio propio y que posee una organización de la que resulta para él (ellas) una potestad superior de acción, de mando y de coerción”, mientas que León Duguit asegura que “El Estado es una agrupación humana, fijada sobre un territorio determinado, donde los más fuertes imponen su voluntad a los más débiles”.
En definitiva todos seguimos siendo ciudadanos de una República llamada Bolivia, fundada por el Libertador Simón Bolívar el 6 de Agosto de 1825 y somos miembros del Estado Unitario que ahora se encuentra en transición o “cambio” de un modelo de economía liberal a otro social de derecho plurinacional comunitario. Como bolivianos todos vivimos bajo el cobijo de nuestra República de Bolivia y su Estado Unitario, por lo que resulta importante no confundir la vigencia de un Estado con un cambio de modelo que se aplica, para llegar a un modelo socialista, aunque en el país la mayor expresión del neoliberalismo está vigente en El Chapare donde impera la más grande economía de libre mercado.
(*) Periodista
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.