Jueves 19 de septiembre de 2013
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Si ya vimos en un post anterior cómo ahorrar gasolina priorizando las marchas largas y dejando a un lado el gusto por el acelerador, además de controlar la presión de las ruedas o evitar acelerones innecesarios. Daremos otros consejos prácticos para el mismo fin.
Aunque la conducción más ecológica es la que se hace sobre un par de ruedas de bicicleta o en el coche de San Fernando (un ratito a pie y otro andando), no puede negarse que emitiremos menos gases contaminantes si cuidamos el modo de conducir.
Desacelerar también produce un mayor gasto de combustible, por lo que igual que hemos de controlar la aceleración, toca hacer lo propio cuando vamos reduciendo velocidad. En este caso, el truco está en intentar anticiparse a las maniobras ajenas y en hacer transiciones suaves, utilizando el pedal de freno lo menos posible.
NO ABUSAR DEL FRENO
En concreto, en stops, semáforos o en cualquier otro punto que nos exija detenernos o reducir la velocidad hasta casi hacerlo, hay que desacelerar progresivamente. Siempre que no comprometamos la seguridad en lo más mínimo, evitemos abusar del freno para detener el coche, sobre todo desde distancias medias.
Fuente: Ecologismos.com