Ciento diez años de la motocicleta más famosa del mundo: Harley-Davidson

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REMINISCENCIAS.-

Desde que el acróbata Evel Knievel montado en su Harley-Davidson brincaba largas filas de automóviles y camiones a principios de los años 70…, y Elvis Presley se paseaba en una, esta marca de motocicleta se ha propagado por el mundo como el símbolo legendario de la libertad “americana”. No sólo los actores - Peter Fonda o Larry Hagman – el malvado J.R., de la recordada serie Dallas – fanáticos de Harley-Davidson y propietarios (cada uno), de una docena de modelos siendo en la actualidad verdaderas colecciones con un valor incalculable.

JUGUETE DE NIÑOS GRANDES

Desde el año 1903, Harley-Davidson es sinónimo de calidad, fuerza y distinción. De hecho la famosa fábrica de Milwaukee y sus sucursales como Ohio y otras en territorio estadounidense produce cada uno de los modelos de fabricación abasteciendo con los pedidos a todas las capitales del mundo entero, que lejos de mermar cada vez más aumentan.

Los “Harlistas” – como se les llama – viven contagiados por un pasatiempo que nunca pierde la popularidad.

LA FIEBRE HARLEY

Para los Harlistas no hay mejor aventura que montar una motocicleta, reuniéndose en los denominados clubes de Harley-Davidson aprovechando los fines de semana por una parte y por la otra los sitios vacacionales de acuerdo a la temporada de cada país, estos están divididos en varios grupos siendo su característica principal, recorrer vía carreteras, kilómetros y kilómetros visitando ciudades intermedias y pueblos aledaños para compartir la fiebre de las motos en varios restaurantes a su paso.

RESUMEN FINAL

Hoy son 30 millones de fanáticos y en todo el mundo, seguidores y conductores de la Harley-Davidson, llegando a ser en la actualidad un patrimonio no sólo de Estados Unidos de Norteamérica, sino de casi todo el orbe, ya que es una especie de una enorme ola que ha ido creciendo a través de todo este tiempo, en los 50 estados del país del Norte, atravesando en forma sumamente contagiosa por Puerto Rico; México y países de Centro América, llegando a las grandes capitales de Sudamérica.

Fuente: LA PATRIA