Con una serie de cambios en el reconocimiento de los símbolos patrios, una nueva ubicación de los Libertadores y desde hoy la compañía con estos de los héroes originarios configura el nuevo Estado Plurinacional, que además obligó —con el debido respeto— a guardar las medallas y la banda Presidencial del “antiguo Estado Republicano” en una bóveda del Banco Central, donde, con seguridad, tendrán permanente custodia de los espíritus que forjaron una República libre, independiente y democrática.
Ha comenzado una nueva era, la del Estado Plurinacional que deberá adecuar su desenvolvimiento a la nueva Constitución vigente, la misma que obligará a la Asamblea Plurinacional la aprobación maratónica de centenares de leyes que permitirán cambiar los modelos tradicionales de gobernabilidad, según lo han manifestado repetidas veces las reelectas autoridades del Ejecutivo.
La ceremonia oficial cumplida en el histórico hemiciclo parlamentario, con las variantes sugeridas y aplicadas por el nuevo esquema plurinacional, recibió sin La Biblia y Crucifijo presentes a los reelectos mandatarios que juraron por sus convicciones trabajar en pos de liberar plenamente a Bolivia del imperialismo.
Lo que no tuvo variante es el estilo de aprovechar la circunstancia para emitir un prolongado informe de la gestión, que en el caso presente fue de los cuatro últimos años con una comparación en cifras de lo que no se hizo antes y lo que se apuntó en ese periodo el actual Gobierno.
Muchos detalles mostraron la parte positiva de la gestión, esa que habla de las macro cifras y el ahorro que Bolivia tiene guardado en Bancos internacionales gracias a las condiciones vigentes en la economía mundial, se remarcó el desarrollo de algunas regiones y se prometió ampliar los programas a la nueva Bolivia étnica y a la tradicional, de manera que todos los bolivianos sientan la parte benéfica de un Gobierno que promete dedicar su mayor atención en la réplica de su mandato al hecho social y no al político.
El Vicepresidente ofreció una relación histórica del tiempo de la Bolivia republicana y admitiendo que aún existen algunas fallas, la nueva era del Estado Plurinacional enmendará errores y abrirá el cauce a un servicio para las grandes mayorías.
El desafío para el quinquenio deberá ser encarado con la responsabilidad de los gobernantes que acumularon experiencia para postularse a una nueva gestión y que al lograr su propósito ahora tienen que alcanzar el objetivo de unir a los bolivianos, dejar de lado el revanchismo y hacer posible una gestión de convivencia pacífica, de respeto a la nacionalidad, a los derechos y las libertades, sobre todo preservando la democracia que justamente les permitió situarse una vez más como responsables de una Nación, por encima de los intereses político partidarios que deben quedar sólo como referencia de un proceso que si quiere avanzar de veras puede hacerlo entendiendo una realidad indiscutible y es que nuestra amada patria tiene millones de habitantes y todos con derechos y anhelos iguales, por tanto lo menos que se espera es que la Bolivia transformada tenga gobernabilidad pluralista y ya no clasista.
Fuente: LA PATRIA
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