Después de varios intentos, de intensas consultas y se supone un amplio plan de relaciones entre dirigentes y representantes de partidos políticos y de varias agrupaciones ciudadanas, se alcanzó un pacto interinstitucional que se define como un Frente Amplio, con las puertas abiertas a otras entidades para lograr la conformación de una agrupación que enfrente en las elecciones del 2014 y de los comicios departamentales y municipales del 2015, al partido gobernante.
Se entiende que si bien se trata de la voluntad de diversas corrientes que buscan en democracia acceder al poder a través del voto ciudadano en los próximos comicios nacionales, hay figuras que están alentando la unión de las fuerzas de oposición para consolidar un verdadero frente que recupere la confianza ciudadana y abra la expectativa popular hacia la alternabilidad en la administración del Estado.
El impulsor visible de la conformación del nuevo frente político es el jefe de la Unidad Nacional (UN) Samuel Doria Medina, quien advirtió que “lo que está en juego es Bolivia, es la democracia, es el futuro de la Patria”, aprovechando la circunstancia para invitar a otras fuerzas políticas, agrupaciones ciudadanas y personas particulares a sumarse a la iniciativa de fortalecer en lo posible un solo frente con toda la fuerza del sector opositor.
Lo interesante del acuerdo que está en marcha es la presencia de varios líderes políticos, tal el caso de Loyola Guzmán, activista de derechos humanos y de reconocida tendencia izquierdista, explicando que “el Frente Amplio no es un partido político ni una alianza electoralista, pues se trata de una institución para la democracia que participará en elecciones con una opción alternativa de poder”.
Son varias las organizaciones que firmaron el pacto, la Unidad Nacional (UN); Nueva Alianza Boliviana (NAB), Izquierda Democrática, Nuevo Poder Ciudadano (NPC), la agrupación PAIS, el denominado colectivo Cochabamba y estuvieron como invitados varios intelectuales y analistas independientes que no ocultaron su interés de apoyar un frente que vaya más allá de las elecciones.
Algo que sobresale es el hecho de que en el frente naciente no hay un líder ya definido y menos un candidato establecido, situaciones que serán emergentes del intercambio y acuerdos que se vayan concretando entre los representantes que actualmente son parte del Frente Amplio que más adelante mostrará su esquema organizativo y se espera también un plan de acción con miras a su futura participación electoral.
Los analistas políticos, dependiendo de su posición particular, coinciden en señalar que el intento es bueno y que puede fortalecerse mucho más, siempre y cuando los líderes tradicionales estén dispuestos a dar el paso al costado y abrir las puertas a una nueva generación política que está deseosa de incursionar en los nuevos proyectos de la política nacional, al amparo de la democracia vigente y el respeto a los derechos ciudadanos.
Sería ideal, dicen otros analistas, que los líderes de los partidos connotados de la oposición y de algunas agrupaciones ciudadanas acuerden por voluntad propia someterse a la decisión del pueblo, participando en una elección primaria que defina realmente al candidato con mayor respaldo ciudadano para representarlo en el evento electoral.
Preparativos eleccionarios ya están en marcha, como también lo está la campaña del partido oficialista, según lo afirman los opositores.
Fuente: LA PATRIA
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