Lunes 09 de septiembre de 2013
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Frente al inminente peligro de una conflagración de magnitudes inimaginables, puesto que las dos primeras potencias del mundo estarían prácticamente involucradas nuevamente en problemas internos que atañen intrínsecamente a varios países, llámense éstos del Medio Oriente o finalmente del Asia Meridional. No es desconocido para nadie que no sabe sobre la escalada armamentista y hasta cierto punto provocativa de un tercer país como es Israel que al margen de ser precursora de armamento de última generación probando precisamente en estos días misiles ultrasónicos de alto alcance e intercontinentales dirigidos no precisamente a Siria (Damasco), si no a la otra poderosa República Irán. Siria habría utilizado contra su población armas químicas compuestas por gas Sarín que quema y desfigura al ser humano, causándole muerte instantánea con escenas aterradoras pero no precisamente es este motivo, sino que en estas circunstancias con un objeto de justificar represalias de orden armamentista, vía invasión, intervención, muerte y destrucción como ocurrió hace exactamente diez años a la República Árabe de Irak, diezmándola con resultados negativos para dicha población que hasta hoy no se recupera de aquella barbarie ya que fueron afectados inclusive los patrimonios culturales, arquitectónicos y científicos que datan del siglo VI, de nuestra era, donde los primeros científicos surgieron precisamente de ese territorio siendo pioneros de ciencias fácticas como las matemáticas, físicas y astronomía. La primera computadora data de esa época.
