Nuestro país todavía continúa con la extremada dependencia económica, dependencia intelectual, mental, social y cultural, que no nos permite desarrollar y valorar nuestras ideas, nuestra manera de pensar, esperamos ideas, pensamientos de otras realidades, además los productos elaborados en países desarrollados, nos ha convertido en una sociedad consumista.
Países altamente industrializados como Japón, China, dan prioridad a la formación de técnicos medios y superiores para el desarrollo económico y se fomenta la tecnología e investigación. La crisis económica de los países europeos hace que se sometan al dominio económico del país del norte de los EE.UU. de América, la crisis está empeorando, Bolivia no debe ir por ese camino, debemos abrir nuestros ojos hacia nuestra la realidad, porque al seguir formando solamente en áreas humanísticas, estamos incorporando al ejercito de desocupados.
El sistema educativo boliviano está orientado a la formación en las carreras de ciencias sociales y humanísticas para que los ciudadanos sean simplemente funcionarios públicos, empleados dependientes sin creatividad ni mentalidad productiva.
En Bolivia se habla todos los días del proceso de cambio, tal proceso solo será posible cuando realmente se dé importancia a la educación técnica en todas las unidades educativas, sino se implementan áreas productivas, el concepto de proceso de cambio será solo un discurso más.
Tenemos muchas experiencias educativas, antes de la colonización española, durante la época republicana, relacionados con la escuela productiva, con la actual educación nos hemos dedicado a hablar mucho y no dar funcionalidad a las manos maravillosas. Hay muchas iniciativas de unidades educativas tanto del nivel Primario y Secundario, en particular de educación alternativa que cuentan con algunos talleres, para responder a las demandas de la sociedad y lo que necesita es el fortalecimiento de parte de las autoridades superiores.
Es lamentable observar cómo están profesionales abogados, economistas, médicos, comunicadores, profesores normalistas y otros profesionales, deambulando por las calles de las ciudades por falta de trabajo. Es necesario orientar en educación del conocimiento técnico, desde los cursos inferiores e implementar en las unidades educativas, talleres, áreas productivas y para eso se necesita bastante presupuesto, de los municipios y gobernaciones.
Con el Código de Educación Boliviana ya se contaba con muchos colegios técnicos humanísticos, donde egresaban los bachilleres con conocimiento técnico y humanístico, actualmente son empresarios, pero con la ley 1565, se ha borrado toda esas conquistas, racionalizado los ítem de técnicos, recuperar esos recursos no será fácil. Además se trabajaba en horario discontinuo, solo quedan las provincias que trabajan mañana y tarde. Ahora se debe discutir las cargas horarias, haber día, porque hoy en día se contempla haber hora de acuerdo a la política económica liberal, aumentar horas de trabajo significa revisar el presupuesto de educación. La formación técnica está relacionada con la seguridad alimentaria, sino se toca esta realidad continuaremos con la educación consumista, dependiente de la tecnología de los países desarrollados.
Esta manera de pensar ha permitido descuidar la formación de profesionales relacionados con la técnica y tecnológica, el país necesita recursos humanos calificados en las diferentes áreas, que ayuden a la creación de empresas relacionados con la agricultura y ganadería, para contar con la seguridad alimentaria, lo contrario significa mayor dependencia.
La nueva ley educativa contempla una formación de los estudiantes bachilleres técnicos y humanísticos, pero la gran dificultad es la falta de recursos económicos para la implementación de talleres, gabinetes de computación, áreas productivas. Es urgente la formación e implementación de talleres e ítems para docentes técnicos, para mejorar, elevar la formación integral de los estudiantes y decir basta a la violencia social.
Las unidades educativas deben realizar un análisis reflexivo sobre la esencia, la importancia de un bachiller técnico humanístico para el siglo XXI, porque estamos en la era tecnológica.
Si es una necesidad para la transformación educativa la formación de técnicos, las normales deben incorporar carreras técnicas para una formación completa de profesores técnicos, las futuras generaciones necesitan una formación integral, técnica y productiva, si queremos salir de la pobreza y fortalecer el desarrollo económico del país.
Las universidades, normales, alcaldías, las autoridades de los gobiernos departamentales, y los gobiernos centrales debemos abrir debates, conferencias, reuniones sobre educación técnica y productiva, para orientar y fortalecer las áreas productivas de las unidades educativas.
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