Martes 27 de agosto de 2013
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La respuesta a la capciosa pregunta sobre autoidentificación étnica del censo 2001, propiciada por ONGs, fundaciones, organizaciones religiosas y otras, dio lugar a que el partido de Gobierno impulsará una causa indigenista para la toma del poder, sobre la base que Bolivia es multiétnica y pluricultural. Se trataba, con este experimento, de enraizar en la mente de los bolivianos que este país es esencialmente indígena. No otra cosa explica la cantidad de “onegistas” ocupando cargos públicos.
Con este fin, la consulta sobre identidad étnica del operativo censal del 2001 encerró subrepticiamente un propósito político furtivamente planificado. Objetivo logrado si se examina el contenido del nuevo texto constitucional. La estrategia consistía en categorizar socialmente a quienes, se sabía, habían respaldado electoralmente al MAS en las pasadas elecciones generales. Así surge la categoría de “naciones y pueblos indígena originario campesinos”, diferenciada de otras menos afines al partido de gobierno como las “comunidades interculturales” y las “afrobolivianas”. Art. 3 CPE.
Como era de esperar, con el argumento constitucional, en el censo del 2012 los estrategas del gobierno redactaron la ingeniosa pregunta sobre “autoidentificación”, la que a su vez comportaba una encuesta política respecto al apego hacia el proyecto de “socialismo comunitario”. Propuesta que utiliza el indigenismo, como base táctica para sostener un nuevo paradigma político filosófico y asumir una identidad ideológica.