Lunes 26 de agosto de 2013
ver hoy
El 26 de agosto ha sido consagrado como el Día del Adulto Mayor de hombres y mujeres que ha rebasado los 60 años de edad y lo menos que se puede hacer y decir por ellos, es reconocer las inconmensurables lecciones que hemos recibido las generaciones jóvenes.
Lastimosamente debemos reconocer que a lo largo y ancho de nuestro territorio hay ciudadanos de avanzada edad que viven librados a su propia suerte, unas veces por la ingratitud de sus propios hijos y otras veces por el "quemeimportismo" del Estado y autoridades que suponen que los "viejos" han dejado de ser ciudadanos y que sus derechos se han restringido a su mínima expresión. Si la vejez es la convergencia natural de los seres humanos, nos deja perplejos el que la población joven no dispense a sus mayores la gratitud, el afecto y el respeto a quienes que hoy siendo padres abuelos son vigías y orientadores de sus descendientes.
Hoy por ti, mañana por mí, parece ser una sentencia admonitoria para quienes ostentosamente alardean de su juventud que no es más que una burbuja. La maravillosa juventud no es sino que una etapa de la vida, por eso y por muchas otras razones los adultos mayores merece no simples adjetivos de ponderación, sino hacer que las leyes que los protejan no sea simplemente un "saludo a la bandera".