Aunque existe una imperiosa necesidad de ampliar los cultivos de trigo en el país, los productores del sector confiesan que la falta de variedad de semillas es una de las causas para limitar la producción del grano en gran escala.
Se requiere semillas que sean resistentes especialmente a factores adversos de orden climatológico, como para adaptarse a diversas zonas del país, que no sean afectadas por plagas que dañan los cultivos. Los productores señalan que para obtener las semillas ideales se necesita incentivos en materia de investigación, adecuado financiamiento estatal y la creación de un seguro sectorial que garantice a los productores en contingencias de riesgo.
El tema del trigo es uno de los graves problemas de abastecimiento de harina para la industria panificadora del país, pues hay un déficit permanente que por determinados periodos obliga a incrementar los índices de importación del producto. Se menciona que Bolivia necesita 650 mil toneladas del producto para satisfacer la demanda interna y más del 60 por ciento de esa cantidad se cubre con las adquisiciones del extranjero.
En el último tiempo se ha confrontado serios problemas con el abastecimiento de harina en el país, ocasionando un periodo de escasez que obligó a requerir partidas adicionales del producto base para la panificación y elaboración de fideos, acudiendo al mercado argentino. .
En el tema del abastecimiento las dificultades del sector agrícola nacional y la necesidad de asegurar mejores condiciones en la cadena productiva del trigo se reconocieron limitaciones en lo que corresponde a la calidad de las semillas y los eslabones siguientes del sembrado y la cosecha, que son las debilidades más fuertes en todo el proceso, pues las siguientes etapas como la molienda de trigo y la obtención de harina para los rubros más importantes de uso en la población se cumplen de manera regular.
Como un hecho novedoso el ejecutivo de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo señaló que “el trigo es cultivo tradicional del occidente del país y que para adaptarlo al suelo del Oriente se requiere variedad de semillas que logren alta productividad y sean resistentes a los rigores de clima”. El gerente de la Cámara Agropecuaria del Oriente coincide al señalar que “no hay muchas variedades de semilla adaptadas a la región”.
Esa circunstancia técnica operativa en la producción triguera nacional debería motivar el interés de los agricultores del Occidente, donde sabemos que la siembra de este grano es sumamente limitada, pero según los orientales se trataría de un cultivo tradicional de la árida región nacional. Se supone que por las investigaciones que se realizaron en la zona oriental, correspondería a nuestros productores trigueros incentivar sus cultivos, exigiendo los mismos o mayores incentivos, financiamiento y seguridades para ampliar la producción de trigo, si es posible mecanizando el sistema y mejorando las condiciones de los terrenos, que antes de ahora fueron desestimados para producción de trigo.
De aquí adelante las autoridades locales, especialmente en la Gobernación y los responsables de secretarías de agricultura y otras afines, deben asumir el reto de obtener las semillas resistentes que hagan posible entrar en una abierta y sana competencia con los productores de trigo del oriente. Lo que haga falta debe disponerse de la mejor manera posible, pues producir trigo es asegurar el pan de los bolivianos.
Fuente: LA PATRIA
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