Sábado 24 de agosto de 2013

ver hoy

































































¿Cómo informaría el matutino católico “Presencia” en este 2013? ¿Podría ese periódico, considerado el más completo en la historia boliviana, ejercer a plenitud la libertad de expresión consagrada en las convenciones internacionales y en la Constitución Política del Estado?
¿Podría una de sus reporteras estrellas, Amanda Dávila, trabajar sin hostigamientos, como tantas veces recordaba junto a amigos? ¿Cómo enfrentarían los otrora reporteros -ahora funcionarios públicos- este día de agosto si su medio estuviese cercado por la ausencia de publicidad estatal, la amenaza de turbas alias “movimientos sociales”, la apertura de procesos, los insultos desde las altas tribunas ejecutivas?
¿Llegarían a nuestras manos suplementos como “Reportajes”? ¿Qué pasaría si la dirección autorizase la publicación de los vínculos del narcotráfico con esferas del poder político? ¿Qué llamadas recibiría el autor de la investigación periodística sobre la corrupción grotesca y sus amplias redes? ¿Cómo continuaría el jefe de redacción con el seguimiento a casos de extrañas muertes en extraños incidentes? ¿Conoceríamos en estas jornadas los casos de Únzaga, de Selich, de Arce Gómez, que develó el periódico católico en diferentes décadas? ¿Conseguiría difundir el diario de campaña de un opositor, además opositor guerrillero?