“Infierno” en Palmasola

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Presumiblemente la pugna de poder entre dos grupos de internos originó que el sector de Chonchocorito en el penal de Palmasola, denominado como de “máxima seguridad” ayer sea enlutado por las 30 muertes trágicas y el medio centenar de personas que quedaron heridas, a consecuencia del enfrentamiento con armas de fuego, objetos punzo cortantes y la explosión de dos garrafas. Hecho calificado como la mayor tragedia penitenciaria en Bolivia.

De acuerdo a los antecedentes que se lograron colectar ayer, los internos del régimen de Chonchocorito del bloque “B” atacaron aproximadamente a las 05:30 horas del viernes 23 de agosto a los reclusos del bloque “A”, que en una mayoría se encontraban descansando en sus celdas.

De acuerdo a la versión de varios testigos, fueron momentos de mucha desesperación, los gritos de auxilio se escucharon como voces dantescas que pretendían escapar del infierno.

Muchos de los internos que lograron salvar sus vidas “de milagro” se lanzaron desde la segunda planta quedando heridos y con fracturas.

Asimismo, se quejaron los internos porque la Dirección Departamental de Bomberos llegó casi con media hora de retraso y desplazó a todo su personal, para sofocar el incendio apoyado por bomberos municipales que salían e ingresaban del penal para abastecerse de agua.

VIDEOS

Se lograron mostrar videos caseros que filmaron el momento del desastre y se observó la tragedia de los internos, muchos de ellos que intentaban salvar sus vidas, pese a tener sus cuerpos completamente quemados. Se arrastraban por el suelo, pedían ser atendidos mientras eran apuntados con armas por los guardias que evitaban la fuga de los reos.

En su interior el drama era aún más aterrador pues varios cadáveres quedaron apilados y calcinados en medio de la ceniza y los escombros, lo que dificultó el trabajo de los investigadores de la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Santa Cruz.

Varios internos fueron testigos cómo el recluso Fernando Vásquez Ricaldo alias “negro Vásquez” murió quemado y abrazado de su hijo de cuatro años que vivía en su celda.

La desesperación se apoderó de los internos debido a la falta de médicos. Esta situación obligó que los internos heridos sean trasladados hasta el coliseo del régimen de mujeres donde fueron evacuados en sábanas echados en pisos de colchas y colchones que improvisaron para descansar a los heridos que posteriormente fueron trasladados a centros sanitarios.

Ante la noticia que dio vuelta al mundo por la mayor tragedia penitenciaria, los familiares de los reclusos no tardaron en abarrotar el ingreso a la cárcel ante la desesperación de conocer noticias de sus allegados. Por momentos la Policía tuvo que poner orden a fin de evitar el ingreso hasta el ese recinto de extraños. La estricta seguridad imposibilitó incluso que se le niegue el ingreso a la presidente de la Asamblea de Derechos Humanos María Inés Galvis que después de tres horas logró finalmente ingresar y escuchar los relatos de los internos heridos.

“Esto se venía venir… en una reunión con autoridades lo advertimos que Palmasola era una bomba de tiempo pero nadie nos hizo caso”, lamentó Galvis.

Las esposas de algunos de los sobrevivientes comentaron fuera del penal que se presume que los guardias dejaron intencionalmente sin seguro la puerta que divide a los dos pabellones para que ambos grupos se enfrenten y se origine el luto.

“Mi familiar contó que entraron primero tres reclusos con garrafas que lo usaron como lanzallamas para desatar la tragedia y buscaban matar a tres reos pero solo encontraron a uno”, dijo un sobreviviente que identificó al grupo del Killy como el gestor de la matanza.

Otro interno denunció que Pedro Luis B. G. (Sindy) y Roberto Carlos G.F. (Killy) fueron quienes planificaron el sangriento ataque para evitar que el interno de apellido Erlan M. (Pichón) asuma el control del pabellón A., ya que ellos querían control todo el penal.

Fuente: Santa Cruz.- LA PATRIA