¿Cuál es nuestra opción? ¿Seguir siendo socialistas y revolucionarios que fortalecemos al capitalismo? ¿Porque nuestras acciones y vivencia son capitalistas, mientras nuestros pensamientos son socialistas?
Todos los revolucionarios, o los que nos hacemos llamar revolucionarios tenemos el concepto de socialismo surgido dentro del sistema capitalista, por lo tanto está encadenado a la flexibilidad del capitalismo, donde este se acomoda a las exigencias de ese socialismo, siempre y cuando le reporte beneficios porcentuales y siga manteniendo su influencia en todos los estratos de la sociedad, de lo contrario si se ve en peligro extingue sin contemplaciones esa acción “desestabilizadora”.
En nuestro país existe un socialismo distinto, no importando como lo llamemos, pues fue claro en su pronóstico y en la exploración de ese socialismo.
Se descubrió y auguró que este socialismo NO tenía que ser como los socialismos actuales, por lo tanto tenía que basarse en nuevos conceptos y nuevas normas, por lógica estas tenían que romperse de las cadenas, que están subordinadas al capitalismo, por lo tanto, tenían que tener luz propia, ese hacer se llamó Revolución Socialista, “con esta frase se rompió un paradigma” que fue un primer paso de visualización de un concepto “Humano” del nuevo socialismo descubierto. “A la fecha todas las luchas y revoluciones fueron sangrientas marca segura del depredador, dios de la guerra y del robo”.
En busca de conceptos que llevarán a desarrollar un socialismo humano, intuido, no se duda en explorar en el conocimiento del pasado, donde se capturó ciertas frases que correspondían a una visión y que se consideraban puertas que nos llevarían a materializar esta visión, lo cierto es que no se consiguió el objetivo y estamos a años luz de ser socialistas, destilábamos odios enfermizos y la prueba más convincente es que ante la inspiración represiva el odio no ha desaparecido, la banalidad del proyecto social más bien empieza a tejer la telaraña alrededor de un socialismo capitalista, para envolver sus emociones personales con su desconocimiento intrínseco de la visión socialista.
No somos capaces de liderar un proyecto revolucionario, mientras el capitalismo no se vea en Peligro, él se fortalecerá porque obtiene beneficios; esto nos lleva de vuelta al corral del capitalismo y lo nombremos como lo nombremos será un Socialismo Capitalista, o sea tradicional).
Más aún, esa telaraña está dirigida precisamente a la destrucción sistemática del ideal de los verdaderos revolucionarios convirtiendo ese ideal en un tabú, y actualmente nuestro gobierno está dando unos pasos en esa dirección, queriendo o sin querer.
Para este siglo XXI deberíamos saber y es nuestro deber si verdaderamente somos revolucionarios, el tener que diseñar el nuevo orden social según los conceptos ideales porque si no lo hacemos caeremos en la espiral capitalista.
Recordemos que la historia la hacen los hombres y las luchas por una reivindicación social y estas no deberían convertirse en protestas sangrientas.
Hoy en el siglo XXI en el 95% de los países tercermundistas, aún se repite el mismo quehacer, liderado por los países de primer orden capitalista, que tiran la piedra y esconden la mano.
La pregunta: ¿Sabemos y entendemos verdaderamente el significado personal de la Revolución Socialista?
La pregunta final: ¿Nos convertimos en líderes, o nos encerramos en el corral de un Socialismo Capitalista?
(*) Abogado
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