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Domingo 18 de agosto de 2013

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Cultural El Duende

Kharisiri

18 ago 2013

Fuente: LA PATRIA

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Personaje legendario que tiene parecido concepto para el aymara, quechua y kallawaya.

Para el aymara es un fraile franciscano que lleva una campanilla y una cajita con afilados cuchillos; que se presenta en los caminos soledosos a los viajeros que descuidadamente quedan dormidos o que él premeditadamente les provoca el sueño soplándoles polvillos maravillosos, para después aprovechando el sueño de los incautos, sacarles la grasa humana del costado izquierdo y cerrarles la herida en forma invisible. El individuo muere al poco tiempo de una enfermedad cuyos síntomas son la anemia absoluta.

Este personaje sólo camina los meses de agosto a diciembre.

En algunas regiones vallunas el Kjarisiri “aparece montando en una mula o borrico blanco, batiendo grandes alas como sábanas y tocando al compás una campanilla pequeña”.

Para el quechua, según referencias de Costas Arguedas, recibe el nombre de “llik’ichiri” y “salen en números de cinco o diez de cada capital, ‘ordenados’ en los conventos, vistiendo hábitos blancos de frailes, con los rostros enmascarados, provistos de una campanilla y para no pasar desapercibidos, abastecimiento de víveres para muchos años. acampan en lugares solitarios donde clavan gruesas alcayatas para engarfiar cadáveres descuartizados por ellos, y recibir en grandes tarros la grasa humana, valiosa para sanar la sífilis. Los ‘llik’ichiris’ atraen a sus víctimas con su campanilla de tañido plañidero y son hipnotizadores perfectos, producen sueños letárgicos”.

Para el kallawaya, refiere Oblitas, es “un ente fabuloso que tiene la figura de un cura. Se halla munido de un cuchillo afilado que le sirve para cortar el ombligo de su víctima de donde le extrae la grasa que es su alimento. El ‘kharisiri’ viste sayo negro, o sea un camisón que se asemeja a la sotana de un fraile, su mirada es desconfiada, su rostro enjuto y ojerosos; es la personificación de la deslealtad, de la perfidia, de la hipocresía, por ellos consideran que es hermano del Anchanchu.

Generalmente los ‘Kharisiris’ tienen por residencia los cementerios, donde se ocupan de extraer la grasa de los muertos. El olor particular del Kharisiri se asemeja al meado del zorrino”

Antonio Paredes Candia

en “Diccionario Mitológico de Bolivia”

Fuente: LA PATRIA
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