La educación es, en esencia un proceso de comunicación, un proceso sociocultural permanente, orientado a la formación integral de las personas y perfeccionamiento de la sociedad. Contribuye a la socialización de las nuevas generaciones y las prepara para que sean capaces de transformar, crear, desarrollar cultura y de asumir sus roles y responsabilidades como ciudadano, por cuanto los participantes en el acto educativo intercambian significados a través de procesos de conversación, la cual puede ser oral, escrita, o a través de la imagen, un conjunto de influencias que ejerce la sociedad en el individuo, durante todo su ciclo de vida.
A través de los procesos educativos los seres humanos se apropian del legado cultural que han construido las generaciones pasadas y ponen en juego sus potencialidades para seguir construyendo la cultura, sus saberes y conocimientos. En este sentido la educación puede entenderse como un proceso comunicativo, porque la posibilidad de ponerse en contacto con las tradiciones culturales para enriquecer su cosmovisión y para actuar en las múltiples situaciones contextuales que le corresponde vivir y generar competencias, capacidades, aptitudes y talentos que le permiten desplegar sus potencialidades a desarrollar libremente su personalidad.
La comunicación, es una necesidad vital del ser humano, que se manifiesta desde su nacimiento y su satisfacción está asociada a la sobrevivencia, entendida como el proceso de intercambio de significados que hace posible la convivencia y armonización con los otros para poder interactuar con ellos, constituye un elemento fundamental en los procesos educativos. Esto significa que cuando nos comunicamos con alguien, siempre nos esforzamos en compartir, en hacer común algo con los demás, pues el hombre tanto desde el punto de vista de su desarrollo histórico como de su desarrollo individual en la sociedad, no puede vivir ni satisfacer sus necesidades materiales y espirituales sin comunicarse con sus semejantes.
Podría afirmar que la educación y comunicación en cierta naturaleza son lo mismo, aunque no todo acto comunicativo tiene intencionalidad educativa, sin embargo, todo acto educativo sí tiene intencionalidad comunicativa y se realiza a través de procesos comunicativos generados en la interacción social, a partir del enfoque dinamizador permite establecer los saberes y conocimientos ancestrales de las culturas, para construir y fortalecer valores éticos, morales, comunitarios, justicia social, libertad y cívico-patriótico, para comprender críticamente su mundo y su contexto social.
El gran reto de todo maestro educador consiste en: lograr una comunicación efectiva con sus interlocutores y el desafío de quien se educa consiste en lograr una comunicación afectiva con las fuentes que le proveen elementos para su formación para la vida; sean éstos maestros, libros, medios de comunicación, bases de datos, redes de información o comunicación con compañeros de trabajo, prójimo con quienes se comparte la aventura educativa. Partiendo desde esta perspectiva se busca formar y construir hombres y mujeres que sean ciudadanos plenos en derechos y responsabilidades con identidad y reciprocidad complementaria democráticamente, donde el desarrollo de la humanidad apunte hacia una necesaria profundización democrática, facilitando una práctica democrática más directa y participativa que contribuye al progreso centrando fundamentalmente de los valores comunitarios para vivir bien en comunidad.
Ahora bien, si se considera que la educación es fundamentalmente para el Estado Plurinacional constituye una función suprema y primera responsabilidad financiera del Estado, que tiene la obligación indeclinable de sostenerla, garantizarla y gestionarla, además el sistema educativo desarrolla sus procesos sobre la base de criterios de armonía y coordinación relacionada con la vida, el trabajo, el desarrollo productivo y la vigencia plena de los derechos humanos. Asimismo el Estado garantiza el derecho a la comunicación y el derecho a la información, garantizando el derecho a la libertad de expresión, de opinión, a emitir libremente nuestras ideas para contribuir a la promoción de los valores éticos, morales y cívicos de las diferentes culturas del país; un proceso comunicativo con la intencionalidad de acto educativo que debe orientarse hacia el desarrollo de procesos de apropiación, construcción y desarrollo de saberes y conocimientos con igualdad de condiciones y oportunidades.
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