Padres apedrearon un alojamiento para exigir su clausura definitiva

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Casi un centenar de padres de familia del colegio Sebastián Pagador protestaron ayer enérgicamente y apedrearon los vidrios del alojamiento Gladys, situado en la avenida Brasil y Caro, zona Este de la ciudad, porque el miércoles 7 de agosto, una niña de 11 años sufrió abuso sexual por un súbdito peruano.

Con pancartas en mano y armados de piedras, destrozaron varios ventanales de dicho lugar, asimismo ingresaron a la recepción donde destrozaron los pocos vidrios que había en el lugar. A los pocos minutos, llegó la Policía para evitar que el incidente crezca, ya que los padres enardecidos tenían la intención de quemar dicho lugar, situación que no prosperó y se quedó solo en amenaza.

Al lugar se hizo presente, el personal de la Unidad de Defensa al Consumidor a la cabeza del sargento Pedro Siles, quien intentó dialogar con los manifestantes que no se cansaban de tirar piedras. Asimismo, asistió al lugar la fiscal de materia Eustaquia Gómez para ingresar al alojamiento tras autorización de los administradores.

Por otro lado, en el interior se encontró a dos súbditos extranjeros, un peruano y un colombiano quienes pasaron a manos de la Policía Internacional (Interpol por sus siglas en inglés), para su respectiva investigación.

ANTECEDENTES

El fiscal César Terán señaló que el viernes 9 de agosto recibió la denuncia de los familiares de la víctima, quien indicó que un sujeto de 55 años aproximadamente la llevó hasta el alojamiento, haciéndola creer que le sacaría fotografías como a una modelo.

La niña posó semidesnuda, además de sufrir toques impúdicos en su cuerpo. La menor contó a sus padres y tras la denuncia, el súbdito peruano fue aprehendido, pero se verificó que no hubo violación. El sujeto fue acusado por los delitos de abuso sexual y pornografía, el caso está en investigación por el Ministerio Público.

Fuente: LA PATRIA