En el Ministerio de Autonomías, a través de la Unidad Jurídica de esa cartera de Estado, se estableció que en el país existen 26 mil 636 organizaciones no gubernamentales, más conocidas como ONGs, de ese total Oruro ocupa el tercer lugar en la concesión de las pertinentes personerías jurídicas para esas organizaciones que deben cumplir tareas bajo estricta condición de servicios sociales sin fines de lucro.
La mayor concentración de ONGs está en La Paz con 12.597, luego está Cochabamba con 4.652 y en tercer lugar Oruro con 2.625 entidades de servicio social, pues esa es más o menos la intencionalidad de funcionamiento de las ONGs que se multiplicaron en los últimos años y se expanden por todo el país, aunque con menor porcentaje que la cantidad de las mismas en las tres ciudades mencionadas.
El funcionamiento de éstas organizaciones en cuya documentación se asegura sus fines de servicio social a favor de determinados sectores, operando con ciertas ventajas por la aplicación de “programas especiales” que distribuyen ciertos beneficios en algunas comunidades del área rural o buscan sectores de vecinos en barrios periurbanos para mostrar las bondades de sus ofertas de “ayuda colectiva”, que por la naturaleza de la misma está exenta de obligación tributaria, aunque maneje muchos miles de dólares o bolivianos, cuya procedencia no es aclarada con la amplitud que fuera deseable para saber cuál es el flujo financiero de más de 26 mil organizaciones no gubernamentales.
No hace mucho tiempo atrás se cuestionó justamente el origen y la vigencia de las ONGs, una mayoría, según el criterio de analistas, bajo el tutelaje de algún lineamiento político doctrinal internacional y/o alguna corriente partidista que ha permitido el crecimiento sectorial, convirtiéndose algunas de éstas en fundaciones sociales y entidades civiles bajo el condicionamiento de no incursionar en actividades de orden lucrativo.
Comunidades y pobladores de varios sectores se han visto beneficiados con el aporte de algunas ONGs, especialmente en trabajos de emprendimiento solidario, como asesoramiento especial, creación de talleres artesanales y otro tipo de particularidad social, como hay otras que tienen dedicación exclusiva en temas de medio ambiente, defensa de la democracia o los derechos humanos, en fin las características son varias porque siempre hay motivaciones para generar condiciones a favor o en defensa de (¿)…el pretexto es recurrente.
El justificativo de convocar a un registro general de ONGs tiene que ver con la necesidad de establecer condiciones de legalidad de este tipo de entidades que en algunos casos estarían operando sin cumplir los requisitos mínimos, que exige el trámite de obtención de una personería jurídica, para lo que se necesitan estatutos, reglamento y cierto tipo de garantías legales, aunque se desconocen otras exigencias que corren por ejemplo para el funcionamiento de cualquier tipo de emprendimientos, inclusive algunos de orden social.
Al conocerse la disposición de procederse a una renovación del registro de las ONGs en el país, algunas organizaciones que trabajan con el rótulo de “fundación” han expresado su convencimiento de actualizar sus documentos para continuar con sus programas que entre otras cosas sostienen a sus ejecutivos, personal profesional y empleados.
En criterio de ciertos segmentos de la comunidad la medida emitida desde el Ministerio de Autonomías debería servir también para abrir el secreto que muy bien cubierto mantienen las ONGs sobre la procedencia de sus recursos financieros que les permite trabajar sin tributar, aunque el resultado de sus operaciones sirvan a determinados fines del quehacer colectivo.
Fuente: LA PATRIA
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