Viernes 09 de agosto de 2013
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Las reacciones sobre el resultado “final” del Censo de Población y Vivienda 2012, se ha convertido en un dolor de cabeza para el gobierno actual. Lo peor de todo es que parece que le hicieron pisar el palito al mismísimo presidente, quien al parecer de buena fe y confiado en sus “colaboradores”, dio a conocer personalmente los resultados del censo, con datos hoy considerados incompletos y erróneos.
Quienes han permitido tal desatino, pueden considerarse confabulados para perjudicar al presidente y candidato oficialista en las elecciones que se desarrollarán el año que viene. Podría ser ésta una estrategia utilizada por algunos de los bandos que empiezan a tener fricciones dentro del Proceso de Cambio, buscando cada uno, su reelección, luego de haber probado las mieles del Poder, que tienen la capacidad de enceguecer, ensordecer y convencer que tienen las suficientes capacidades para manjar el aparato del Estado, pese a que en la mayoría de las veces no pasaron de la escuela primaria... de la Universidad, ni hablar.
¿Quiénes fueron los que presentaron los resultados incompletos y erroneos del Censo al Presidente? ¿Quién o quiénes convencieron a don Evo, que sea él quien, se convierta en portavoz del Ministerio de Planificación del Desarrollo y del Instituto Nacional de Estadística, cuando no era su función? No se sabe, pero el presidente tendría que tener más cuidado con quienes lo rodean; que, son los mismos que no permiten que se percate de la realidad que está viviendo Bolivia. De hecho la ministra de Planificación para el Desarrollo admitió “errores en el conteo manual del censo”, difundidos por el Presidente Evo Morales el 23 de enero pasado.