Durante las fiestas de agosto ¿dónde estaba el Ministerio de Medio Ambiente?

Al iniciar agosto, el mes de las wilanchas, en los puestos de venta de artículos específicos para dichas ceremonias se veían los fetos de llama y otros recién nacidos colgando de las patas y nadie dijo nada.

Como muestra de la valentía de los soldados de Sanandita, llegaron a la parada militar en Potosí portando serpientes, exhibiéndolas ante el público; esos animalitos fueron sacados de su hábitat natural para ser llevados a una ciudad fría y nadie reclamó.

Durante esos acontecimientos festivos ¿dónde estaba el Ministerio de Medio Ambiente para decir esta boca es mía? Solamente cuando llega el Carnaval, también lo hacen funcionarios de ese ministerio para controlar, decomisar y en algún caso multar a quienes portan matracas u otros accesorios hechos de plumas, caparazones de quirquinchos y otros.

Sin embargo, como en la mayoría de las reparticiones del Gobierno actual existe leyes sólo para unos sectores, para algunos las normas son tajantes y se deben cumplir a rajatabla y para otros las mismas son flexibles, según la “cara del cliente” y de si apoyan al instrumento político en el poder o no.

Por el bien de la biodiversidad y de los animales sólo queda esperar que el Ministerio de Medio Ambiente esté presente en cuanta fiesta se organice en Bolivia, ya que existe la tendencia generalizada a exhibir pieles, plumas, animales muertos o vivos, como una muestra de poderío, de fuerza, de elegancia o extravagancia, que llaman la atención de la población mas no de los gobernantes, pero sólo cuando les conviene.

Fuente: LA PATRIA