Ronaldinho ha vuelto y el Mundial de Sudáfrica ya sueña con recuperar la magia que la estrella brasileña desplegó en 2002 cuando la "verdeamarilla" conquistó su quinto título en tierras asiáticas.
Sólo las grandes estrellas son capaces de "resucitar" cuando parece que su momento ha pasado y cuando los comentaristas reclaman que deje paso a nuevas figuras.
"Dinho", de 30 años, estaba en ese proceso de olvido después de una pobre campaña en su última temporada en el Barcelona y una primera en el Milán impropia de un jugador que un día hizo que el Santiago Bernabeu le despidiera con aplausos.
El bajón de forma, y de apetito futbolístico, le alejó también de la selección y de indiscutible pasó a prescindible, un varapalo moral para quien estaba destinado a ocupar un capítulo importante de la historia del balompié.
Todo cambió esta campaña, precisamente la que terminará con el Mundial de Sudáfrica, sin duda el gran objetivo que se marca Ronaldinho Gaúcho una vez que ha recuperado las ganas y la forma, que es como decir la magia de su juego.
Los tres goles que marcó el domingo al Siena, su primer "hat-trick" con el Milán, avalan el cambio, elevan su cuenta particular liguera a nueve y lanzan un mensaje claro al seleccionador brasileño Carlos Dunga: "He vuelto".
El pasado 23 diciembre, Dunga ya le había alentado a seguir en la línea de recuperación de juego, concentración e interés, tres condiciones básicas para regresar a una selección que necesita siempre a los mejores porque siempre se le exige el título.
"Lo sigo. Lo espero. Las puertas de la selección no están cerradas. Tengo aún seis meses de tiempo para elegir a los convocados (para Sudáfrica)", dijo Dunga a "La Gazzetta dello Sport".
Veinticuatro horas después, Ronaldinho no ocultaba su deseo de jugar el torneo sudafricano en una entrevista con la red "Globo" de televisión: "Disputar el Mundial sería realizar un sueño".
"Dinho" añadió que el bajón futbolístico que sufrió ya es algo del pasado y que actualmente está demostrando dentro de la cancha que está "en un momento maravilloso".
Cuando hay buen fútbol, Ronaldinho disfruta como un niño. "Me siento querido aquí (en Milán), por lo que cada vez que salgo al campo veo mi sueño realizado: corresponder al afecto de los hinchas".
Su técnico, el también brasileño Leonardo, comparte la alegría de Ronaldinho: "Es el mejor jugador del mundo, sólo ha recuperado el gusto por el fútbol".
El "Balón de Oro" en 2005 y "Mejor Jugador FIFA" en 2004 y 2005 colocó su nombre en el podio de los grandes del fútbol mundial formando parte de un triunvirato de ganadores que pasó a la historia como "la sinfonía de los Ri-Ro-Ro" por Rivaldo, Ronaldo y Ronaldinho, en Corea del Sur-Japón 2002.
Los tres, junto con el otro "Ro" (Roberto Carlos), dominaron el escenario del primer mundial asiático y el primero que se celebró en dos países, Corea del Sur y Japón, un torneo en el que Brasil se tomó la revancha de la final perdida ante Francia en 1998, recordada, entre otras cosas, por el hundimiento de Ronaldo.
Fuente: Madrid, 18 (EFE).-
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