Inconclusa ruta a Pisiga impide tener corredor bioceánico

La demora en la construcción del último tramo del proyecto vial Oruro-Pisiga, por ser la ruta internacional más directa para llegar al mar, posterga indefinidamente los planes de los orureños para arrancar con el “primer corredor bioceánico”, hecho que exige una explicación de las autoridades, por permitir que un proyecto declarado de “prioridad nacional” no pueda ser concluido en los plazos previstos.

El tema volvió a la agenda informativa, resultado de la visita del alcalde del puerto chileno de Iquique, Jorge Soria, quien llegó a Oruro para recordar a los empresarios, comerciantes, importadores y exportadores, transportistas y a las autoridades que no puede habilitarse el corredor interoceánico por la falta de construcción de un tramo de 39 kilómetros que nos posterga una conexión directa del Atlántico con el Pacífico.

Así está latente la preocupación de afianzar el Altiplano Marítimo Central como el primer y principal polo de desarrollo del Occidente de Bolivia, situación que perece no interesarles a las autoridades departamentales, que esperan pacientemente que se concluya el proyecto que debía haber sido entregado a finales del año 2010, sin que exista fecha definitiva para concretar este proyecto.

Lo mismo que ocurre con la ruta Oruro-Pisiga obra que desde hace varios años está en construcción, sucede con otros proyectos como la Avenida Circunvalación que nunca se concluyó y también quedó a medias, al igual que el distribuidor vehicular de la Avenida “24 de Junio” y el proyecto de construcción de otro distribuidor en la Avenida Al Valle y la Circunvalación. Las obras se inician, pero no se concluyen y lo que es más no se conoce que haya sido sancionado el incumplimiento.

De esta forma cada vez se diluye nuestra decisión de llegar a las costas del Pacífico en seis horas utilizando la vía más directa de 229 kilómetros que es Oruro-Pisiga. Empero las dificultades están manifiestas en el accionar irresponsable de las autoridades de obierno, que permitieron que las empresas que se adjudicaron el pavimentado del tramo carretero intermedio Toledo y Ancaravi, no pueda ser concluido a pesar de la inversión de 196 millones de bolivianos que demanda el costo total de la obra.

La única seguridad que tenemos los orureños entonces sería que la natural y estratégica ubicación geográfica de Oruro para impulsar el corredor bioceánico, nos debe permitir concretar este mega proyecto, puesto que si no lo hacemos tendremos que lamentarnos de quedarnos aislados de una ruta interoceánica, por negligencia manifiesta y demostrada de las autoridades.

Habrá que exigir también que el Presidente del Estado Plurinacional, Juan Evo Morales, garantice el pronto emplazamiento de esta ruta bioceánica dejando la preferencia que hizo conocer para unir el Atlántico con el Pacífico por Brasil y el Perú, lo que permitirá posicionar a Bolivia como un país, atractivo para invertir para desarrollar una economía local desde la competencia territorial para ser competitivos y transformar los sistemas productivos con visión de crecimiento internacional para el Occidente del país, esperando no quedar aislados de la gran ruta interoceánica.

Debemos reclamar de igual forma que la anunciada construcción de la doble vía Caracollo-Colomi, se amplíe hasta Oruro, para no quedar aislados y más bien contar con una doble vía en la ruta Oruro-Paria-Caihuasi para seguir articulando las poblaciones intermedias a lo largo del camino Oruro-Cochabamba, ruta que es parte fundamental del primer corredor bioceánico.

En resumen tenemos que hacer cumplir los plazos fijados para la ejecución de proyectos y las autoridades tienen que asumir su responsabilidad de exigir el cumplimiento de los plazos de contrato y debe existir una fiscalización permanente, donde nadie resulte perjudicado. Ojalá esto se concrete y todos podamos a corto plazo disfrutar de la cercanía de las costas del Pacífico y generar importantes negocios como resultado de la integración interoceánica.

(*) Periodista

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