Generación tras generación, desde hace 188 años, la patria boliviana espera mucho de sus hijos; pero, muy poco se hizo por superar yerros y sólo se criticó lo que hicieron regímenes anteriores aunque cada gobierno cometió los mismos errores y hasta los superó.
Muchas veces, se ha sostenido la urgencia de tener conciencia de país para superar lo malo, para emprender los caminos del desarrollo y para vencer a la pobreza y evitar la dependencia. Se ha buscado que la educación y salud sean debidamente atendidas y que la economía sea administrada con honestidad y responsabilidad; pero, diversos factores han intervenido para que prevalezcan los intereses de grupo o partidarios que, con el aditamento de la corrupción, hizo fracasar toda intención o propósito de servir al país.
Han pasado diversos regímenes o sistemas políticos por el gobierno y hasta con el tinte de “revolucionarios” han pretendido introducir cambios en las políticas sociales y económicas con miras a salir del profundo pozo de la pobreza y la dependencia porque todos los gobernantes, con contados grupos que han sido excepción, no han sabido cumplir sus propósitos y han olvidado normas elementales de servicio.
El tiempo ha mostrado que cada régimen buscó superar el pasado y cometió los mismos errores porque no ha sabido insuflar unidad y conciencia en sus propias filas y menos ser ejemplo para el pueblo en todos sus estratos sociales y económicos.
Ese tiempo obliga a que hoy, gobernantes y gobernados, tomen conciencia de las realidades en que vive el país para emprender, finalmente, conductas que venzan las propias limitaciones y surja el propósito de trabajar honesta y disciplinadamente; de otro modo, lo único que se habrá conseguido es agrandar los males que hoy son causa de lamento para toda la población.
Sentimientos de país en unidad y comprensión entre todos, vocación para servir y no ser servidos en nombre de la Patria; unidad en propósitos constructivos y abandono de complejos, odios y racismos tan practicados en los últimos años es preciso abandonar habida cuenta de que sólo en unidad y respeto entre todos se podrá vencer a lo que posterga y evita la aplicación de medidas constructivas para alcanzar un desarrollo.
Este año, el aniversario patrio será motivo de formulación de buenos propósitos pero será preciso que se cumplan y es el Gobierno el que tiene que dar los primeros pasos porque el pueblo, conforme vea el comportamiento de quienes administran el país, seguirá esos pasos y, con seguridad, redoblará esfuerzos para honrar debidamente a la Patria.
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