Indisciplina ciudadana causa problemas de inseguridad vial
25 jul 2013
Fuente: LA PATRIA
Cualquier día y en cualquiera de las ciudades del país se produce una serie de hechos graves, leves, algunos fatales y sólo por la actitud de indisciplina de la ciudadanía que no cumple ninguna regulación, actitud absolutamente negativa que es la causa directa de la inseguridad vial y sus problemas.
Ni los conductores, ni los viandantes cumplen regulaciones específicas, peor aún si la escasa presencia de policías permite que los vehículos paren sobre las marcas blancas conocidas como cebras y eviten que algunos ciudadanos que cuidan su integridad utilicen esos pasos de seguridad.
Nadie dice nada, si un apurado ciudadano levanta la mano en cualquier parte de una cuadra para hacer parar una movilidad de servicio público, la que aborda tranquilamente sin inmutarse del perjuicio que ocasiona, lo mismo sucede dentro de los micros o minibuses cuando el pasajero anuncia que se bajará donde mejor le parece y no donde regularmente tendría que hacerlo si por lo menos hubieran señales que determinen la parada de esos vehículos públicos.
Nadie puede ordenar el tráfico de vehículos, ni de personas porque de la manera más irregular que existe, buena parte de las aceras están convertidas en tiendas y otras sirven para estacionamiento, mientras las calzadas se usan igualmente para que transiten en peligrosa competencia, las movilidades y los ciudadanos, incluidos niños y ancianos poniendo en riesgo su humanidad.
Los conductores de cualquier tipo de movilidad hacen lo que pueden para llegar a destino, pero además hacen lo que quieren con el afán de alcanzar su objetivo con mayor rapidez, inclusive pasando semáforos en rojo, adelantando por la derecha, lo que está prohibido en nuestro medio, o apurando su andar en competencia con los poco comprensibles chóferes de servicio público que casi siempre ganan en las esquinas y en las avenidas.
La caprichosa determinación de los sindicatos de transportistas para marcar las “líneas” de su recorrido incluyen y nadie sabe por qué su paso obligado por las calles más céntricas, si no es por la Plaza Principal para complicar el lento avance de largas columnas de motorizados, que además hacen abusivo uso de bocinas y ocupación de las vías de tráfico por largos periodos, “trancando” al resto de usuarios que tienen el derecho a transitar por las mismas vías.
Nadie cumple las normas, unos quisieran hacerlo pero las circunstancias obligan a incumplir procedimientos y respetar derechos, como si fuera poco la ausencia de efectivos de una unidad policial especializada hace que el caótico movimiento de gente y motorizados se haga realmente inseguro, dañino y por qué no decirlo librado al criterio de los más irresponsables y a la suerte de los sufridos viandantes.
La indisciplina ciudadana ha llegado a extremos inconcebibles, como lo que sucedió no hace mucho en una carretera en la que una demostración de festivo folklore ocasionó un choque múltiple con el saldo de muertos y heridos, es la muestra de la actitud de personas indisciplinadas.
En nuestra ciudad con inusitada frecuencia hay celebraciones folklóricas utilizando cualquier calle, lo mismo que manifestaciones de vecinos iracundos, que alteran la seguridad de las personas, algo inconcebible, de lo que sin embargo somos mudos testigos.
Ya es tiempo de que las autoridades pongan remedio a este problema a través de campañas adecuadamente elaboradas que motiven la conciencia ciudadana en general para entrar en un proceso de disciplina colectiva, respetando derechos y obligaciones.
Fuente: LA PATRIA
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