Increíble pero cierto, sólo 36 semáforos y en malas condiciones funcionan en parte del casco viejo de la ciudad, en el resto hay ausencia de este tipo de señalización vehicular y propiamente en toda la ciudad se carece de señales para facilitar el flujo vehicular y la seguridad peatonal.
Es una situación caótica, si se entiende que en una ciudad como la nuestra y tomando en cuenta las intersecciones de mayor flujo vehicular y sólo en el sector central se necesita por lo menos 150 semáforos, sin contar el doble de estos aparatos en avenidas en las que el flujo de motorizados se produce en cuatro sentidos y la afluencia ciudadana es intensa.
Poco más de treinta semáforos en toda la ciudad con antigüedad mayor a diez años es una vergüenza y por supuesto es la causa de los embotellamientos que se producen en la zona central, generando molestias y perjuicios a la población en general, pero de manera particular entre los conductores de todo tipo de motorizados.
El actual sistema de semáforos en la ciudad con 36 aparatos es totalmente anacrónico, su regulación de tiempo y cambio de colores es sumamente deficiente, de los tres colores que tiene cada aparato casi en todos funcionan sólo dos, el rojo y el verde, el amarillo que es de alerta para los viandantes directamente está eliminado.
Los encargados del sistema de semáforos en la ciudad aseguran que se produce un trabajo periódico de mantenimiento señalando que hay muchos factores que ocasionan las fallas en los señalizadores de tres colores, por ejemplo dicen, la lluvia y el viento, los apagones intempestivos de luz y algunos otros de orden técnico que pese al cuidado que se dispone son causa directa de la eliminación paulatina de los mal sincronizados semáforos.
Los justificativos pueden tener cierta influencia en la vida útil de los aparatos, pero la lógica muestra que si las condiciones climatológicas fueran las que predominan en el funcionamiento de las lámparas señalizadoras, en todas las ciudades se confrontarían crisis de funcionamiento, pues lluvia y viento y en algunos casos con mayor intensidad que en nuestro medio existen en otras latitudes, donde sin embargo los semáforos siguen funcionando.
El tema es que deberá tomarse previsiones para verificar la calidad de fabricación de estos equipos que obligadamente deben tener un blindaje especial que garantice su funcionamiento en condiciones normales de cambios climatológicos, con más o menos lluvia o viento, por supuesto sin hablar de emergencias de extrema fuerza natural, que a Dios gracias no se da en nuestro medio.
Sabiendo que se procesan las propuestas de tres empresas que respondieron a una convocatoria para la dotación de semáforos, será importante que sean observados los detalles de su fabricación, solidez, funcionamiento electrónico de moderna sincronización, pero sobre todo una garantía de materiales y de servicio que haga duradera la vida útil de los señalizadores y que sirvan efectivamente a mejorar el tráfico vehicular y peatonal, cambiando la situación actual que producen los semáforos provocando embotellamientos y hasta accidentes.
Los técnicos de transporte, tráfico y vialidad de la Alcaldía Municipal deben aprovechar la circunstancia para disponer semáforos en avenidas de doble circulación, como la que une la ciudad y Vinto, la Avenida España o la Avenida al Valle, donde los semáforos garantizarán el tráfico de vehículos y personas.
Fuente: LA PATRIA
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