Edgar Alandia critica severamente el desempeño de las orquestas en Bolivia
18 ene 2010
Fuente: LA PATRIA
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El reconocido maestro de música y compositor orureño, hoy radicado en Italia, Edgar Alandia, aprovechó su visita al matutino LA PATRIA para hacer conocer su profunda intranquilidad sobre la situación de la enseñanza-aprendizaje de la música en nuestro país y, más en nuestro departamento.
Con su característico y sereno tino, Alandia manifestó que durante casi tres años ha sido testigo de cómo se han ido formando orquestas sinfónicas, a las que —hace algún tiempo— él veía como proyectos favorables para el desarrollo de la rama musical en nuestro medio.
No obstante, el maestro cuenta que con el transcurrir de los años, y al observar el desempeño de estas agrupaciones, fue dándose cuenta que algunas cosas no encajaban como se habían proyectado.
“Ya después me he dado cuenta de que en Bolivia tenemos una enfermedad que es el “caciquismo”, hay un grupo de personas que se proponen hacer algo, luego se pelean y cada quien crea su propio grupo”, explicó Alandia.
Según discernimiento del compositor orureño, la creación de pequeños conjuntos orquestales tiene una naturaleza perniciosa, pues la situación de la música académica en Bolivia es muy flaca, por lo que las instituciones deberían buscar trabajar conjuntamente.
“Hablé con el viceministro de Cultura, pero está totalmente desenchufado. El quiere copiar el ‘Modelo Venezolano’; pero hay un detalle, que este proyecto tiene treinta años y un presupuesto de 29 millones de dólares por año”, dijo.
El “Modelo Venezolano” es una creación de José Antonio Abreu, a quien se le ocurrió enviar una docena de jóvenes a estudiar dirección musical en Italia, Francia, Viena, etc. Al cabo, los estudiantes volvieron a su país con la suficiente capacitación y cada uno se hizo cargo de un grupo de música como “entrenadores”.
“Actualmente son treinta grupos, pero cada uno tiene un buen entrenador, eso es lo que falta en Bolivia. No hay directores, y es peligroso, porque la gente con talento que quiere aprender música, se desvía”, reconoció el músico boliviano residente en Italia.
Además, Edgar Alandia denunció que “en Bolivia parece que cada uno crea su orquesta para sí mismo; para mandarse la parte, le pone el nombre de “Sinfónica”, lo que es un término muy técnico, tiene un formato, y si no se cumple no es una orquesta sinfónica”.
El maestro Alandia, también explicó que es muy difuso el entendimiento de “orquesta” en Bolivia, pues las orquestas son instituciones a las que se invita a los directores, es decir, de cada diez conciertos siete deberían ser dirigidos por un maestro invitado y, el director general debería estar concernido en el correcto funcionamiento del elenco, ya que la finalidad del trabajo de una orquesta, es el intercambio de experiencias que enriquezca a la institución.
SOLUCIONES
Según Alandia, la solución para mejorar las agrupaciones orquestales en Bolivia es obvia: se debe solicitar que las autoridades destinen un presupuesto para que gente profesional forme a los alumnos, pero sobre todo, que la instrucción se realice en una sola institución.
“No digo que los conciertos sean mejores, el objetivo es que los jóvenes tengan un tutor que los lleve por buen camino. Hace tiempo, vi un concierto de chicos que tenían una afinación de oído buenísima, pero no sabían ni agarrar un violín: Es una cuestión de no tener el conocimiento básico técnico para llevar a cabo estas actividades.”, reflexionó.
SEMBLANZA
Edgar Alandia nació en Oruro el año 1950. Actualmente radica en Italia donde es docente, pero principalmente, es compositor condecorado y reconocido en los escenarios de mayor influencia del viejo mundo.
Alandia ha creado más de cincuenta obras originales y ha grabado en importantes estudios como BMG, Edipan, IRCO, BBC y otros. Entre su discografía podemos citar: “Brisa”, “Phucuy”, “Rumi”, “Soundfences”, ”Intermezzi”, “…se me ha perdido ayer el canto de las estrellas”, “Grito!”, “…sottili canti invisibili”, “Paya”.
En 2008 fue condecorado en Oruro con el galardón Sebastián Pagador.
“Yo he tenido la suerte de tener unos padres medio locos que me ayudaron a estudiar, pero lo que da pena es cuánto talento se desperdicia en Bolivia por no tener un poco de humildad y donde cada uno quiere prevalecer”, dijo el controversial Alandia a manera de despedida, y agregó de manera risible: “Me es difícil dar clases aquí, pues mi actitud es un poco refractaria, por eso cuando llego mis colegas me preguntan ¿Cuándo te vas?”.
Fuente: LA PATRIA
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