Aún repercute y seguirá haciéndolo las próximas semanas el incidente del que fue objeto su excelencia al serle negado el espacio aéreo de tres países europeos.
Ciertamente la primera reacción natural de todas y todos (incluida la oposición) fue la total condena a aquella torpeza (exapbrupto, dicen otros) de los gobiernos europeos. Hasta aquí todo está bien, pues debemos mantenernos unidos bajo la premisa de patria en casos como éste.
Pero ya pasado el momento emotivo, con la cabeza más fría y poniéndonos a hilar más fino, vamos advirtiendo cosas no muy congruentes en el viaje y en las reacciones.
VIAJE INNECESARIO
Una voz de la oposición señalaba que el viaje a Rusia tuvo un costo de 800.000 dólares. Y así debe ser, porque éste tipo de vuelos no son para nada gratuitos. El Presidente fue a aquel país para cerrar algunos tratos relativos a la minería, pero ¿era necesario?, ¿tenía que hacerlo personalmente?. Bien pudo delegar mayor responsabilidad al embajador o enviar al ministro del área correspondiente en un vuelo comercial cualquiera y nos ahorrábamos aquella suma que para Bolivia es bastante alta.
Parece gastarse sin mucho criterio, mientras hay ciudadanas y ciudadanos que requieren ayuda como aquella pequeña alteña que fue atacada por el perro rotweiler, quien ahora es curada en Boston gracias al enorme corazón de la señora Tolay. Imaginémonos: ¿Qué tal unos miles de dólares, de aquellos 800.000 para la niña?. ¿No hubiese sido esto más criterioso?. En fin, los dólares ya fueron gastados.
DERECHO AL ASILO
Un elemental criterio humanitario determina que el asilo es algo que no debe negarse a ningún ser humano y así ha sido desde varios siglos atrás. Edward Snowden está momentáneamente asilado en Rusia y tiene el ofrecimiento de Venezuela, Nicaragua y Bolivia para acogerse a este derecho.
Al ofrecer asilo al agente estadounidense, Bolivia está reconociendo que el derecho al asilo es práctica obligatoria de países civilizados y modernos. Pero niega este derecho al ex senador Roger Pinto, quien ya va más de un año en la Embajada brasileña en La Paz. Parafraseando a su excelencia digamos que no se puede entender esto.
UNA POR OTRA
En relación a lo anterior, una revista brasileña informa ahora que en 2012, el ministro Amorin fue violado en su inmunidad cuando su avión fue revisado en El Alto, ante la sospecha de que Pinto estuviera viajando clandestinamente. Algo similar estuvo a punto de ocurrirle a don Evo en Austria cuando el embajador español pretendió revisar el avión presidencial.
Por cierto, nuestra reacción ha sido y aún es fuerte. Pero ¿y lo que, supuestamente, se hizo en El Alto?. Parece haber cierta incongruencia en este caso, ¿o no?
¿DOBLE MORAL?
Se requiere dinero para incrementos salariales o para jubilaciones, mientras que los viajes del avión presidencial consumen cientos y cientos de miles de dólares. Por cierto se comprarán tres aviones más, que incrementarán el gasto del tesoro.
Se reivindica el derecho al asilo y se ofrece el mismo al ciudadano Snowden, pero se niega el salvoconducto a un boliviano que quiere asilarse en otro país. ¿Es coherente?.
Se protesta ante el intento de revisión del avión 001 de nuestra Fuerza Aérea en Austria. Entretanto, de acuerdo a versión de la prensa brasileña, se habría revisado un avión diplomático brasileño en El Alto.
Al parecer, nuestro gobierno tiene que ser un poco más coherente con su accionar. Acaso siguiendo aquella premisa que reza: "No hagas a otros lo que no quisieras que te hagan a ti".
(*) Comunicador Social
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