Desinfección de escuelas

Sin lugar a dudas los establecimientos educativos, al ser centros de alta concentración de personas, fundamentalmente niños y jóvenes deben ser espacios que garanticen la limpieza necesaria en todos sus ambientes, como principal norma para precautelar la salud pública de la población estudiantil.

En días recientes desde el Gobierno Autónomo Municipal, se hizo conocer que se proyecta una inversión de 30.000 bolivianos, para adquirir productos destinados a la campaña de desinfección de colegios y escuelas, cuyas autoridades se preocuparon por solicitar el servicio, en procura de mejorar las condiciones de salubridad.

Más allá de esta acción en la que de manera coordinada participan el Municipio, el Servicio Departamental de Salud (Sedes) y las Fuerzas Armadas, debe estar la responsabilidad de la comunidad en su conjunto, para hacer de la infraestructura educativa un área hasta donde puedan llegar los escolares teniendo la seguridad que la higiene es una garantía para su salud.

Pero, lo peor fue haber constatado que uno de los cursos, donde en próximos días los estudiantes volverán a pasar clases, había excremento acumulado de perros y gatos, desde donde emanaba una pestilencia absoluta.

En el caso particular de las heces caninas, son los niños los que corren el riesgo de quedar más afectados en su salud, pues el excremento, una vez seco se pulveriza y queda en el aire que luego en partículas pequeñas es inhalado por los seres humanos con el consiguiente riesgo para el sistema digestivo y el contagio de enfermedades parasitarias.

En varios establecimientos educativos, bajo el argumento de tener mayor “seguridad”, los porteros deciden criar perros, pero esta acción debe estar acompañada de la responsabilidad que representa la crianza de animales, como el cumplimiento del cronograma de vacunas e higiene fundamentalmente.

Fuente: LA PATRIA