Sábado 06 de julio de 2013
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Eso de "irse por las ramas", por lo general utilizado como recurso para eludir explicaciones sobre algunos problemas, no siempre es bueno. No buscar el meollo de la cuestión para resolverlos significa, simplemente, patear los problemas para adelante. Puede ser útil en política, pero en el largo plazo puede influir negativamente, de hecho influye cuando se hace hábito, si de buscar soluciones reales se trata.
Dos hechos de connotaciones y características absolutamente diferentes mostraron estos días hasta dónde pueden influir no sólo en la percepción ciudadana, sino también en la toma de posiciones y decisiones.
Es totalmente condenable, en el primer caso, la prohibición de cuatro países al avión presidencial boliviano a sobrevolar su territorio o a hacer escalas técnicas obligadas por la necesidad de reaprovisionamiento de combustible. Por normas internacionales de tránsito aéreo, por convenciones de relaciones diplomáticas entre Estados soberanos, por elemental respeto a los derechos humanos y hasta por sentido común. Por todo eso, indigna y genera protesta. Hay que exigir, por eso y por cuestiones de soberanía nacional, respeto a los derechos que emanan de normas vigentes.
