El edificio de correos y su nostálgico servicio

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En este tiempo, la brevedad de comunicaciones a través de la telefonía celular y del Internet permite conocer de otras personas de cualquier parte del mundo en segundos, dejando de lado el tradicional servicio de correos. Esta actividad invoca la nostalgia a los que aprecian este servicio a través del envío de sobres con márgenes tricolores, rotulado a mano y el desagradable gusto a pegamento de las peculiares estampillas. De igual forma, acercarse a este edificio en la espera de noticias de parientes o amigos, preguntando alguna “novedad” o visitar las antiguas casillas en la búsqueda de un sobre cuyo contenido encerraba noticias, algunas agradables, otras tristes o de esperanza, o bien un texto o impreso, fotografías o postales de algún rincón en el orbe o simplemente sentir el aroma de una misiva enviada con profundo amor.

En época Republicana en el siglo XIX el servicio no varió en relación a la Colonia, a principios del siglo veinte la actividad de correos sobrepasaba la capacidad de una dependencia del edificio prefectural por la creciente población en aquel tiempo, de esta forma se pensó construir un edificio cuyo servicio sea eficiente no solo para el correo sino que incluyera al de telégrafo inaugurado en 1892.

Una publicación del año 1906 en un periódico local compartía un acto interesante: la bendición de la piedra fundamental del nuevo edificio, la construcción no demandó mucho tiempo, el edificio fue entregado en agosto de 1911 y algunas dependencias fueron concluidas entre 1912 y 1913. La particularidad de este edificio es que aun cuenta con planos originales e ilustraciones para su acabado, fue considerado como el mejor en su género a nivel nacional y actualmente es parte del Patrimonio Histórico, Cultural y Arquitectónico de acuerdo a disposiciones de la Prefectura del Departamento y el Municipio de Oruro. El arquitecto fue Adán Sánchez quien también contribuyó en el diseño de la galería del Edificio Prefectural y su remodelación en el año de 1904. El edificio cuenta con varias dependencias, entre ellas el hall principal con iluminación natural en su interior a través del cielo raso que cobija la sección de casillas y ventanillas de despacho y recepción de correos, además dependencias administrativas e incluso cocheras y caballerizas; en un espacio de la segunda planta se encontraba el servicio de telégrafo sustituido por el de telefonía rural. En otro tiempo como fue la Guerra del Chaco este espacio se vio saturado por quienes se acercaban a sus ventanillas de despacho o buscaba en las casillas noticias sobre un familiar o conocido en la campaña.

Actualmente, el edificio y el personal del servicio de correos, cumple una función no olvidada por quienes confían de un servicio personalizado a través del sobre valorado por una estampilla de acuerdo a destino y el sello oficial del servicio de correos; a pesar del tiempo de recepción o de entrega el servicio continúa incólume. No es extraño enviar una misiva, comprar una estampilla para nuestra colección, preguntar si existe alguna novedad o conocer de su historia a través de sus muros y decoraciones intercambiando impresiones con su atento personal que en época de la computación, brinda este servicio en una de las principales calles de nuestra ciudad, que deja de ser solo un rincón, sino por el contrario un emplazamiento principal en aquel ámbito de nuestra tierra.

Fuente: LA PATRIA