Se trata de un consejito oportuno considerado en los términos financieros como una sugerencia, que en este caso proviene del gerente sectorial nada menos que del Banco Mundial (BM), quien planteó de manera directa a nuestro Presidente diversificar las exportaciones bolivianas y no basarse únicamente en la venta al exterior de nuestros recursos naturales.
La oportuna sugerencia es un recordatorio de otros planteamientos que provienen de expertos en la materia financiera y de exportaciones que ya se ocuparon de este tema, señalando enfáticamente que “no es buena política depender solo de las materias primas (commodities) como el caso nuestro del gas y los minerales”.
Según el funcionario del BM es muy importante diversificar las exportaciones para fortalecer la economía nacional y hacerla sostenible en cualquier tiempo y circunstancia, lo que permite además mantener o superar el Producto Interno Bruto (PIB) que regula el índice económico nacional,
El experto mencionó un hecho real y es el que se relaciona con los precios que rigen para las materias primas en los mercados internacionales y que como se observa en el caso de los minerales tienen variantes especiales que ponen en riesgo los sistemas productivos, lo que influye de forma directa en una reducción de ingresos para el país y las regiones,
Las coincidencias que se transforman en sugerencias son propicias cuando las mismas se originan en organizaciones como el BM, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), además del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y BM que proyectan el término de la gestión presente en Bolivia con un crecimiento del 5 %, el Gobierno es más optimista y prevé cerrar el año con un alza del 5,5 % del PIB.
Dadas estas contingencias que se plantean en la economía nacional resulta un aliciente saber que si bien hay un factor de crecimiento del PIB, no es todo pues la mejor opción resultará la diversificación de las exportaciones dando mayor importancia a los productos agrícolas, ganaderos, las manufacturas, este último rubro que ocupó el segundo lugar después del gas en el registro de las últimas exportaciones bolivianas.
Las políticas de Gobierno deberían dirigirse a las nuevas alternativas, de las cuales y con especial preferencia, como región, debemos encarar desde Oruro la exportación de productos del agro, como la quinua y el ajo, en el sector pecuario la carne de llama por sus favorables y especiales condiciones para cuidar la salud, pues carece de colesterol y ese es un atributo reconocido internacionalmente. Son rubros interesantes para diversificar la economía local, apuntando a la agropecuaria, solicitando al mismo tiempo el apoyo necesario que puede provenir de organismos internacionales para afirmar nuestros planes de exportaciones no tradicionales, como sucede con los minerales.
Hay periodos de crisis que debemos superar con ingenio para salvar el tiempo de “vacas flacas” y posesionar los proyectos departamentales, de incentivo a la producción del grano de oro, la carne de camélidos, pero además promover el turismo receptivo para mostrar las bellezas naturales que tenemos en el altiplano y el hecho reconocido mundialmente como el Carnaval que necesita mayor y oportuna promoción.
En Oruro es cuestión de que nuestras autoridades coordinen entre sí para que cada cual en el área de su jurisdicción asuma responsabilidades para acatar la sugerencia del BM y diversificar nuestras exportaciones. Materia prima, fuera de nuestros recursos naturales, no nos falta.
Fuente: LA PATRIA
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