El desarrollo municipal requiere formación técnica
29 jun 2013
Por: Leticia Sáinz
La educación técnica ha sido una de las necesidades menos atendidas por el sistema educativo boliviano y el reconocimiento de esa falencia estructural parece ser el argumento más importante para las reformas que plantea la Ley Avelino Siñani – Elizardo Pérez en relación a la vinculación de la educación humanística con la formación técnica.
La idea planteada en la mencionada Ley es proporcionar a los estudiantes no solamente la formación tradicional en humanidades sino también la opción técnica para que tengan acceso al mercado laboral como técnicos medios en distintas áreas, además de bachilleres.
Sabemos, sin embargo, que dictar una Ley no resuelve los problemas estructurales de los que adolece la educación en nuestro país. Tenemos que invertir recursos y tiempo para dotar a los colegios de infraestructura, mallas curriculares, docentes especializados y, lo que es más importante, trabajar en la conexión entre las ofertas técnicas y el mercado laboral.
Las autoridades lo saben y están trabajando en ello, pero también es cierto que aún antes de la Ley, hay instituciones que ya habían plasmado sus esfuerzos para ofrecer formación técnica que genere mejores condiciones cuando hay que enfrentar la búsqueda de trabajo. Hay varias pero destaca el trabajo de la Iglesia Católica a través de la Comisión Episcopal de Educación, de la Fundación Fautapo, de Fe y Alegría y del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz que se han unido al Ministerio de Educación a través del Sistema Plurinacional de Certificación de Competencias en una estrategia común para este tema y obtenido apoyo y financiamiento de la Cooperación Suiza en Bolivia.
La iniciativa de estas instituciones ha puesto su mirada en 46 municipios del país sabiendo que la realidad local es todavía más compleja en el tema de la relación formación/oportunidad laboral porque aún estamos en el proceso de fortalecer las regiones pese a que las transformaciones llevan ya más de 20 años con le Ley de Participación Popular y ahora la Ley de Autonomías y Descentralización.
Los datos del contexto en que se desarrolla esta problemática son más que elocuentes: hay un abismal desequilibrio entre quienes asisten a la universidad y los que tienen acceso a niveles técnicos de formación y la cosa se agrava aún más cuando las comparaciones se hacen en las regiones que están fuera del eje urbano central del país. Pero no solamente eso, también se ha tomado en cuenta como un parámetro, la cantidad de profesionales con formación universitaria y la que cuenta con formación técnica que alcanza solamente a un 5 %. Lo cierto es que todos los datos y estadísticas, cualquiera fuera la fuente, muestran que las diferencias en acceso y oportunidad son muy grandes en el país en general y se profundizan cuando la comparación llega a los municipios.
La alianza de instituciones apoyadas por el Cooperación Suiza en Bolivia ha puesto también su experticia en la oferta de carreras técnicas cuidando de ofrecer alternativas innovadoras, que cuiden la integración entre educación y producción y que fortalezcan la capacitación para el desarrollo, las opciones de empleo y la equidad en comunidades rurales de Bolivia fortaleciendo – y esto es muy importante – la oferta pública de formación técnica del sistema alternativo que, según datos oficiales, cuenta con 82 institutos públicos superiores y formales de los cuales 4 se encuentran en área rural y 78 en las ciudades.
El tema de la debilidad de la oferta de formación técnica profesional no es nuevo y ha sido preocupación de las autoridades en las distintas etapas de análisis de la educación en Bolivia desde 1930 en que se llevó adelante la primera Reforma Educativa pero, desgraciadamente, pocas veces recibió el impulso para reducir las brechas.
La promulgación de una nueva Constitución Política que da a la educación la característica de productiva y una nueva Ley educativa abren nuevamente la posibilidad de mirar el tema con intenciones más concretas de resolver el problema y puede verse la misma en la reestructuración del Ministerio de Educación que incluye ahora un Viceministerio de Educación Alternativa y Especial que se hace cargo de la educación de personas jóvenes y adultas, la educación especial y la de post alfabetización y además trabaja intersectorialmente incluyendo a otros ministerios como el de Desarrollo Productivo y Economía, el de Autonomías y el de Trabajo.
La propuesta de las instituciones socias de la Cooperación Suiza en Bolivia es importante. Busca aportar en la solución de los problemas más relevantes de esta temática especialmente en los municipios: disminuir el desequilibrio entre la oferta pública y privada por formación técnica; apoyar las políticas públicas que disminuyan las brechas entre formación técnica y formación universitaria y acceso a formación y articular la oferta de formación con las necesidades productivas. Todos están de acuerdo, como menciona Iván Arias, ex Viceministro de Participación Popular en que ”hacen falta políticas locales que instalen en el propio municipio, con ayuda de proyectos como el de formación técnica profesional de la Cooperación Suiza en Bolivia, espacios de formación que den cabida a las aspiraciones no sólo del municipio sino de cientos o miles de jóvenes que esperan por oportunidades y que tienen que buscarlas fuera de su espacio local e incluso fuera del país”.
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.