Viernes 28 de junio de 2013
ver hoy
En cada uno se puede ver cómo es realmente. Los aspectos que marcan a cada cual se muestran de múltiples maneras, según sean sus programas positivos y negativos. Nosotros vamos cambiando de nuevo cada día, cada hora, así como sea nuestro comportamiento.
Cada cual tiene su constitución física específica, que depende de su carácter. No es casualidad que el cabello de una persona sea de un color y el de otra diferente, que la raíz del cabello esté más arriba o más abajo, que la frente sea más ancha o más estrecha. Tampoco la forma de peinarlo es casualidad. No es casualidad que la nariz sea larga o corta, curva o recta, que la persona tenga pómulos prominentes y ojos relativamente separados o juntos. Todo resulta de los genes y del carácter. La forma de las orejas y de la nariz, las arrugas pequeñas o más profundas del rostro no son casualidades.
Todo esto está dibujado por el pincel de nuestros innumerables sentimientos, sensaciones, pensamientos, palabras y actos, por nuestras pasiones, anhelos, deseos y cosas semejantes. Los rasgos del carácter que equivalen a fotogramas del carácter y que nos marcan, los hemos introducido, en gran parte en encarnaciones anteriores, en nuestra alma y a través de ella en nuestros genes. Quien sepa acerca de la reencarnación sabe que no hay casualidades.