Se trata del cumplimiento de metas fijadas cuando acabó el censo y se fijó el mes de junio para conocer los resultados finales y oficiales por tal circunstancia es que nos preguntamos si en ésta última semana se harán públicas aquellas cifras preliminares que se aseguraba sufrirían algunos cambios aunque no sustanciales, pero con seguridad para levantar alboroto en algunas regiones.
Lo que sí se sabe es que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) cuenta con una fórmula técnica para reasignar los escaños parlamentarios entre los nueve departamentos para el próximo año 2014, lo que significará una asignación directa para regiones con menos habitantes y desarrollo.
Este anuncio preliminar ya despertó suspicacias entre los partidos de oposición donde supone que se trata de una maniobra del partido oficialista para sentar mayor presencia justamente en los distritos en los que baja su caudal político.
La fórmula (matemática) determinará una asignación de escaños mínimos a los departamentos con menor población y menor grado de desarrollo económico, lo que puede convertirse en una ventaja sobre otros distritos especialmente del “eje central”, donde migró parte de población de distritos como Oruro y Potosí que se convirtieron en departamentos aportantes de familias íntegras.
Ante la expectativa general por conocer oficialmente las cifras del último censo de población y vivienda ya se perfilan cuestionamientos y por supuesto los resultados finales plantearán por lo menos tres posiciones muy claras, fuera de otras de menor valía.
Entre esas tres alternativas está precisamente el tema de la distribución de escaños en la Cámara de Diputados que debe tener 130 representantes, un número que en su distribución afectará a algunos distritos que pueden perder uno o más parlamentarios en función a la frialdad de las cifras. Ese problema “se suelda” a otro más preocupante que tiene que ver con la distribución de los impuestos del IDH, el caso regalías y otras asignaciones que igualmente tienen que ver con el número efectivo de pobladores. Finalmente el tercer problema será el de los límites territoriales en conflicto entre algunas poblaciones, hecho que deberá definirse antes de la asignación de presupuestos, pues se trata de “percibir más” en función a mayor cantidad de habitantes. De momento el caso de los conflictos limítrofes no está siendo solucionado convenientemente.
En Oruro, un departamento que si bien incrementó su población en 25 % de acuerdo a los datos preliminares del censo 2012, subió de 392.769 a 490.612 el hecho puede prestarse a dos interpretaciones, una que al tener más gente puede ganar un escaño y posiblemente más ingresos, pero por otro lado en su relación porcentual con relación a otros departamentos se halla entre los de menor índice económico y de crecimiento general, lo que le permitiría gozar de la asignación matemática fija de una base de diputados, lo que parece que también puede servir para los fines de reclamar derechos y beneficios.
En la búsqueda de soluciones a conflictos limítrofes las disposiciones y hasta la ley sectorial recomiendan arreglos concertados luego de agotar todas las instancias de diálogo. Si no funciona esa opción, puede intervenir un Tribunal Superior y pasar a un referéndum pactado entre comunidades, en todo caso los gastos de este último proceso se cargarán a los municipios en conflicto.
La situación es compleja y se activa especialmente en éste periodo muy próximo a un periodo en que se electoralizará nuestro país. La matemática del censo preocupa a los políticos.
Fuente: LA PATRIA
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