¿Por qué tengo más hambre en invierno?

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Cuando llega el invierno existe disminución de la cantidad de la luz solar lo que provoca en algunas personas disminución de la hormona serotonina “hormona de la felicidad”, produciendo una depresión estacional que las lleva a comer alimentos más tentadores. Días nublados y viento, influyen en el humor, la tendencia a la depresión y la ansiedad. La comida, en este marco, es la excusa para canalizar estos sentimientos.

También el frío hace que el cuerpo tenga la necesidad de ingerir alimentos ricos en calorías, que son los que nos engordan más rápidamente.

Lo ideal es consumir en cada estación el vegetal o fruta típica de ésta.

¿Qué frutas son de la estación de invierno?

Naranja y mandarina, limones, pomelos, limas y el coliflor que contienen un alto porcentaje de vitamina C

El kiwi; posee además una gran cantidad de fibra que beneficia el tránsito intestinal

Granada, contiene grandes propiedades antioxidantes, que ayudarán a potenciar la defensa de la piel y a estimular la producción de colágeno

La vitamina C es un excelente antioxidante y previene el envejecimiento celular y la formación de tumores. Pero lo que más nos interesa de ella en esta época es que refuerza nuestro sistema inmunitario, ayudándonos a defendernos con éxito de las enfermedades respiratorias típicas en esta época. Las bajas temperaturas e incluso los bruscos cambios a los que nos exponemos al entrar y salir de las casas con calefacción debilitan nuestras defensas y por eso es importante que ayudemos a nuestro cuerpo con una buena alimentación.

Zapallo, espinacas, acelgas y zanahorias: ricos en vitamina A que revisten y regeneran la piel hasta de las vías respiratorias, manteniendo en buen estado las mucosas, lo que nos ayudará a evitar infecciones y a aliviar los síntomas provocados por éstas, como por ejemplo la tos.

Para calmar la tos la cebolla cruda y los ajos, que se consideran buenos anti-inflamatorios, mucolíticos, antibióticos, expectorantes y protectores del sistema inmune.

Frutos secos: Vitamina E y calorías contra el frío

Otra manera de obtener antioxidantes es en forma de vitamina E que está presente en los frutos secos. Éstos aparecen en otoño y duran todo el invierno. Son ricos en aceite y, en esta grasa es donde se almacena la vitamina.

Pero los frutos secos desempeñan además, otra función que nos vienen muy bien en estos meses de frío. Debido a su gran contenido en calorías nos ayudan a mantener la temperatura corporal adecuada para que todo funcione correctamente a pesar de las bajas temperaturas exteriores.

Fuente: LA PATRIA