La anterior semana se sacudió el sistema democrático de la región ante una delicada decisión del Gobierno de Ecuador aprobando la Ley de Comunicación que ha sido considerada como “un retroceso histórico” al vulnerar la libertad de expresión y los derechos ciudadanos en ese país de esencia latina.
Una reacción inmediata fue emitida por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), señalando que la aprobación de una “ley liberticida” se produce como uno de los retrocesos más graves en materia de libertad de expresión en la historia más reciente de América Latina”.
Entre los antecedentes del hecho en torno a la Ley de Comunicación aprobada por la Asamblea Nacional del Ecuador con absoluta mayoría oficialista de la “Alianza País” se han introducido algunas disposiciones de restricción al trabajo periodístico en general como la figura que se denomina un abierto “linchamiento mediático”, además de la creación de un Consejo de Regulación de Medios, considerado como una mordaza impuesta a periodistas y medios.
Los observadores del proceso, periodistas, políticos y analistas coinciden en señalar que la Ley en vigencia es “un nefasto antecedente que determina la instalación definitiva de la censura previa” en el Ecuador y promueve además “la acumulación de medios en manos del Estado”, como ya sucede desde la anterior gestión del presidente reelecto Rafael Correa.
Según la SIP, en Ecuador rige “la letra de una ley que impulsa una situación de autocensura- obligada – en los medios” vulneración que implica graves daños y sanciones lo que se califica como “el linchamiento mediático” que no es otra cosa que “el establecimiento de un sistema de censura previa”, que convierte al Mandatario en un “gran editor” de la prensa, es decir el que dispone lo que debe o no publicarse.
Hay cosas más preocupantes como la creación del Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación que es un organismo integrado sólo por funcionarios del régimen oficial que tiene la misión de hacer cumplir un reglamento que contiene las sanciones dispuestas de manera unilateral, violando todos los instrumentos internacionales de derechos humanos que rigen en los países democráticos.
La ley ecuatoriana faculta al Estado “a imponer contenidos a los medios de comunicación” lo que constituye otro atentado a la libertad de prensa y sumados otros elementos de la normativa configuran un claro retroceso histórico no sólo en Ecuador sino para toda América Latina que ahora es observada desde las instancias donde se respetan derechos y libertades,
La situación creada en el Ecuador, donde rige expresamente una Ley de Comunicación” para ejercer control directo sobre periodistas y medios, es un hecho que preocupa por sus connotaciones, por las consecuencia de alterar el curso de la historia democrática de la región latinoamericana, donde incluso en periodos de crueles dictaduras si bien se persiguió y en algunos casos se victimó a periodistas por incompatibilidades ideológicas, no se generalizó una medida que pone el parche en ojos, boca y oídos de los periodistas libres.
Con esa medida aplicada en Ecuador, surgió la pregunta de rigor en otros países de la región, también en el nuestro, para preguntarnos cómo estamos en la vigencia de los derechos ciudadanos y en respeto a las libertades de expresión y de prensa, que son sinónimos de respeto a la democracia. Hay vericuetos que andar para sortear algunas dificultades presentes.
Fuente: LA PATRIA
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