Para una buena salud ambiental debemos tener cultura de limpieza

Muchas de las acciones de los humanos repercuten en la salud ambiental y en el de los seres vivos, por lo que se debe tener una cultura de limpieza, que en la mayoría de los casos no existe o es escasa.

Se alzó gran polémica cuando la presentadora televisiva Milena Fernández se refirió a Oruro como una ciudad “sucia y fétida”, todos nos sentimos ofendidos y las autoridades al margen de iniciar un juicio por haber ofendido a los orureños, se encargaron de organizar campañas de limpieza.

No obstante, el dicho señala “la ciudad más limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia”. Es decir, los problemas relacionados a la basura y otros que afectan a la salud pública serían menores si tuviésemos una cultura de limpieza.

A la salida de los colegios se puede observar cómo los pequeños compran caramelos, jugos embolsados, u otras golosinas y cuando no saben qué hacer con los envases se los entregan a sus padres y éstos los arrojan al piso, enseñando a los menores que eso es normal o está bien hecho.

Los niños obviamente imitan la actitud de sus padres y cuando son más grandes repiten la operación de desechar su basura arrojándola al piso sin ninguna consideración, generando más focos de infección.

Otro gran dilema se presenta cuando algunas personas, inescrupulosas, prefieren no pagar el boliviano que cuesta entrar a un baño público, o quizás por evitar entrar en esos ambientes antihigiénicos hacen sus necesidades fisiológicas en plena calle, ensuciando y dejando olores fétidos a su paso.

Por lo expuesto, es de vital importancia que todos y cada uno de los habitantes de Oruro, incluyendo a las autoridades, desde los niños hasta los más ancianos, se pongan en campaña para observar una cultura de limpieza.

Debemos enseñar con el ejemplo a nuestros niños la importancia de ser aseados, limpios, ordenados y respetuosos tanto con las otras personas, seres vivos como con el medio ambiente, porque es nuestro hábitat, es nuestra propia salud la que está en juego.

Fuente: LA PATRIA