Loading...
Invitado


Domingo 16 de junio de 2013

Portada Principal
Revista Dominical

Te cuento Daniel

16 jun 2013

Fuente: LA PATRIA

Por: Márcia Batista Ramos - Escritora - Para Daniel con mucho cariño

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Anduve un tanto distraída, con los ojos vítreos que no dejaban escapar las lágrimas, al tiempo que entristecían mi sonrisa. Afuera parecía que iba a nevar. Adentro era un intrincado de sentimientos. Busqué la soledad para refugiarme, y apareció de la nada un sujeto con su camisa y blue jeans, medio cabizbajo hablando sin saludar sobre dos niños que él ama.

Me dijo que tú Daniel, dejaste la corbata del uniforme tirada entre garabatos a colores y juguetes de súper héroes antes de tiempo aunque conservaste la ternura y la sonrisa de niño.

Los días de inocencia de niño terminaron, para ti, sin aviso previo, te olvidaste tu osito en un rincón donde derramaste tus sueños en la otra casa; por culpa de él, que no se enteró que era el ídolo de esos dos pequeños (tú y tu hermanito), y en su egoísmo los maltrató con su ausencia y con su silencio de un hombre adulto envuelto en un vicio.

Habló que la vida es llena de circunstancias. Sin percibir, hacemos malas y hasta pésimas elecciones. Somos artífices de nuestro destino, sin percibir cuánto dañamos a otros con nuestras elecciones aparentemente inofensivas.

Tal vez, si él supiera que la vida no termina en la tumba todo sería muy distinto, pero, nuestro mundo occidental no nos enseñó ciertas fórmulas básicas y repetimos errores una y otra vez.

Él no tuvo tiempo de decir muchas veces cuánto los ama. Andaba ocupado con su vicio. Pensaba que pagar el colegio particular y otras cosas que el dinero compra era suficiente.

El dolor que lleva ahora es por los malos ejemplos que dio a dos ángeles que saben qué es correcto y qué es errado, prescindiendo de sus ejemplos.

Sus lágrimas escurrían amargas y silentes, con una tristeza profunda de quien perdió tiempo en la oportunidad divina de estar en la tierra. Las almas lloran por todas las oportunidades perdidas.

Sufren porque su conciencia es más clara y amplia que la nuestra que está en un cuerpo.

Ahora él sabe qué es el amor verdadero. Como también sabe que no amó mientras era oportuno.

En ningún momento enjugó su llanto. Hablaba sin orgullo, con la humildad de aquellos que saben reconocer lo que son y aprendieron que la vida no termina en la tumba.

Ahora él tiene la eternidad para amarlos y no es visto ni percibido, porque están en dimensiones diferentes. Pero los ve y siente sus tristezas y alegrías, comparte todo sin poder intervenir en nada…

Dijo que cuánto quisiera que cuides tú salud ahora que eres joven para que no lamentes cuando llegues a ser un hombre viejo, a diferencia de él que se deterioró antes de tiempo y los dejó con esa mezcla de bronca y amor en sus mentes y corazones. Es frustrante para ustedes, es más frustrante para él.

Además, sabe que sus niños andan nostálgicos, inseguros, jugando a ser grandes y él no puede secar sus lágrimas ni hacerse escuchar, aún cuando grita.

Por eso me buscó tan bruscamente ya que por esas cosas de Dios puedo escuchar a los que partieron a la vida eterna.

Ahora él sabe que nadie puede controlar los vicios solo; que es necesario buscar ayuda para no dañarse completamente, ni dañar a los que se ama.

Ahora él ya no tiene vicios. Precisamente, en este momento que es tarde para arreglar las cosas, y eso le amarga la existencia larga que tiene junto a su conciencia.

Me dijo, que en este momento trata de ser una especie de ángel guardián de los dos angelitos que un día estuvieron en sus brazos, le llamaban papá y él no supo percibir que eran el más grande regalo de los cielos.

Hoy, él sabe que sólo Dios es mayor que sus niños. Y pide a Dios que no sufran; que no tengan preocupaciones, que no se sientan solos; y ruega a Dios que un día ellos puedan percibir por un momento su presencia al lado de ellos, de manera constante y protectora.

Parece que va a nevar, pero él se acurruca de pena, de autocompasión y me explica que los espíritus no sienten frío. Pero sienten otras cosas como tristeza y arrepentimiento… también amor, y él ama profundamente a sus dos retoños que se quedaron en la tierra mirando las estrellas para ver si lo encuentran y que él se para a su lado con su brazo sobre el hombro de sus hijos, mirando las caritas de esos niños que por su culpa dejaron los juguetes antes de tiempo.

Al escucharlo mis ojos vítreos se perforaron y mis lágrimas saltaron a borbotones. A fuera empezó a nevar. Oruro se hizo gris, su cielo azul se nubló. Y en el intrincado de mis sentimientos surgió un elemento más.

Con mis ojos nublados por las lágrimas miré fijamente al hombre que yo no conocí en vida. Y en su muerte apareció frente a mí para contarme sus penas. Para hablarme sobre sus hijos. Para enseñarme que cualquier decisión que yo tome en vida me acompañará en la eternidad de la muerte.

Cabizbajo, él dijo que la vida sigue después de la tumba. Que no tenemos cuerpo, pero, tenemos conciencia. En el más allá nos acompañan los sentimientos y los recuerdos. Que sería bueno que no tuviéramos nada de qué arrepentirnos.

Dijo que hay ángeles, verdaderos, ayudando a entender todo lo que pasa allá y lo que pasó acá, cuando tuvimos la oportunidad de tener un cuerpo para evolucionar espiritualmente. A propósito, dijo que el cuerpo es un préstamo de Dios. Después, hay que rendir cuentas.

También dijo que él sabe el sentido de la vida… Que debemos ocuparnos de evolucionar espiritualmente y eso trae todo lo demás que necesitamos. Y aquí en la tierra hacemos al revés, nos ocupamos de las cosas materiales y dejamos para después, lo más importante: lo espiritual.

Por eso Daniel, él pidió que miren adelante y caminen rectos como hombres de bien. Que recuerdes tus sueños y vayas por ellos. Porque tú puedes todo, basta que decidas. Él sabe que la Virgencita te ama y protege, entonces dijo que bailes derrochando tú alegría en honor a Ella, pero jamás vuelvas a derrochar tu salud.

Por fin dijo que el amor que les tiene es eterno; y que un día cuando ya hayan cumplido con su misión en la Tierra, y sean hombres viejos y les corresponda morir… él con los brazos abiertos los estará esperando para abrazarlos como a niños, cómo sus bebés que él tanto extraña.

Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos: