La Iglesia Católica es todavía rigurosa en materia sexual con temas que se refieren a relaciones prematrimoniales, el control de la natalidad, el aborto, la manipulación genética y la homosexualidad, colocando a la Iglesia en una posición conservadora. De otro lado, surgen legiones de demandas y procesos desatados con sus miembros en varias partes del Mundo, por la corrupción de menores, abusos sexuales, incluso robos de pertenencias en reductos religiosos, hechos que se consideran escandalosos que afectan a sacerdotes en tiempos recientes.
En la Iglesia Católica aún existe rigidez, debilidades prácticas y, en contraste de diversas posiciones, incluso de la más hostil actitud con el ejercicio de la hipocresía con el grupo sacerdotal, que se destacan los casos de amancebamiento de sacerdotes con mujeres para procrear hijos, las tendencias sexuales y abusos a menores en colegios; sin embargo, la Iglesia sigue predicando ser víctima de una campaña de desprestigio.
Muchas tendencias aprovechan la difusión de abusos deshonestos para atacar la norma del celibato sacerdotal; pero, producto de la reticencia de la Iglesia en materia sexual, el celibato es una condición que no exigen ni los protestantes, ni los ortodoxos. Las presiones de la forzada continencia desbordan entonces a religiosos y religiosas, afectando a terceros inocentes.
Con mucho respeto a la Iglesia Católica, afirma que ella predica bondad y tolerancia, pero muchos de sus miembros practican otra, porque en el seno de cualquier otro grupo de humanos existen malos componentes que dañan la moral del catolicismo.
Con relación a este tema pude leer el análisis que realiza el sacerdote Domingo M. Basso O.P., haciendo una relación sobre el comportamiento de la Iglesia, proponiendo conductas alentadoras sobre el significado y la función de la sexualidad en los siguientes términos:
- La sexualidad abraza todos los conceptos de la persona humana, en la unidad de su cuerpo y de su alma unido a la capacidad de amar y procrear.
- El amor conyugal mediante el cual el hombre y la mujer se dan el uno al otro con los actos propios y exclusivos de los esposos, no es algo biológico, sino afecta el núcleo íntimo de la persona humana en cuanto a tal.
- Los actos con que los esposos se unen íntima y constantemente entre sí son honestos y dignos, y, realizados de modo verdaderamente humano.
- La lujuria es un deseo o un goce desbordado de placer venéreo. El placer sexual es moralmente desordenado cuando es buscado por sí mismo, separado de las finalidades de procreación y desunión.
Con estos antecedentes explico que los problemas que hoy acosan a la Iglesia son éticos: son difíciles de resolver porque en un mundo humano de dos o tres visiones y que se transforman velozmente, es casi imposible de encontrar parámetros fijos, mientras que la evolución de la humanidad es más lenta y los hombres quieren saber qué es bueno y qué es malo, sin encontrar adecuado significado, tal vez por su soberbia que es un concepto tan elevado de sí mismo que ha llegado a impedirle reconocerse así mismo.
Con el nuevo Papa Francisco que asumió al liderazgo de la Iglesia Católica después que el Papa Benedicto XVI “renunció” a su cargo reconociendo su impotencia para corregir errores en su entorno, existen muchas esperanzas de superar aquellas dificultades, llevando su mandato papal a un camino más ético y moral, para borrar la mala imagen que se advirtió en los últimos años, cuyos protagonistas fueron algunos de su grey.
Con la actitud del nuevo Papa la Iglesia Católica quedará fortalecida y recobrará la confianza de millones de católicos distribuidos en el Mundo.
(*) Periodista
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