Martes 11 de junio de 2013
ver hoy
La delincuencia en nuestro medio crece desmesuradamente porque hay mucha gente dispuesta a delinquir para sobrevivir a falta de una ocupación o trabajo en el que pueda ocupar su tiempo.
Ya no es posible caminar tranquilamente por las calles de la ciudad, porque debemos tener cuidado de toda persona que en forma sospechosa se te acerca pretextando entablar una charla.
Ese individuo blandiendo un arma blanca con la mano en señal de amenaza, no hace otra cosa que robarte particularmente la cartera o cualquier prenda de valor que tengas.
No sólo los mayores sufren este hecho, si no también quienes cursan estudios en escuelas y colegios, siendo víctimas de robo de celulares y cortes de sus mochilas en la esperanza de que el delincuente encuentre algo valioso.
Ahí no queda el asunto, porque es algo imposible de creer que la gente acostumbrada a apropiarse de lo ajeno, tenga su centro de operaciones en el Cementerio General.
Día que pasa, se conoce de robos originados en el interior de la necrópolis, constituyendo una sorpresa para los deudos, encontrar abiertas las lápidas sin floreros y ornamentos religiosos, en cuyos nichos descansan los restos mortales de sus seres queridos.