Loading...
Invitado


Sábado 08 de junio de 2013

Portada Principal
Revista Tu Espacio

El psicólogo responde

08 jun 2013

Fuente: LA PATRIA

Por: Lic. Carolina I. Mena Medina

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Licenciada:

Tengo un hijo de 15 años de edad y he percibido que está un poco deprimido, distante.

Me temo que es porque ha terminado con su chica o algo así.

Quisiera acercarme a él y no sé cómo. ¿Qué puedo hacer?

-------------------------------------------------------------

Querido(a) amigo(a):

Es importante que converse con su hijo. Sin embargo, mucho depende del grado de confianza que exista entre ambos para poder entablar esta conversación.

Es atinado que le haga preguntas que no signifiquen inmiscuirse en su intimidad, sólo hágale saber que está preocupado y que puede confiar en usted para decírselo.

Preguntas como por ejemplo: ¿quieres hablar de algo en específico?, he visto que estás actuando diferente, ¿te sientes bien?, ¿quieres contarme algo?, algo te sucede, ¿todo está bien? Preguntas de este tipo.

Recordemos que los adolescentes quieren que alguien los ame o les dé afecto, sin embargo, se empeñan en rechazarlo y más cuando se trata de los padres.

En este caso, sea afectuoso y quizás después de un abrazo trate de conversar con su hijo.

Lo significativo es que sepa escuchar lo que le dice y lo importante que es para él superar este tipo de etapas.

Respete la opinión de su hijo, escuche y dele un buen consejo.

La función de los padres es saber orientarlos, no decidir por ellos o peor aún exigirles o imponerles algo.

La regla en cuanto al trato con adolescentes, es saber negociar entre padres e hijos, es decir, si yo te doy esto, quiero que me des esto a cambio. No es un chantaje.

El saber dar y recibir en esta etapa es importante, ya que de esto depende moldear su carácter y determinar los criterios o conceptos de sentido común, valores y principios.

Moldear su carácter no de acuerdo a como los papás quieran, sino, saber guiar asertivamente, adecuadamente su comportamiento.

Si nunca se ha acercado a su hijo de esta forma, siempre hay una primera vez. Rompa la barrera de la frialdad con afecto. Venza el miedo.

Afronte los cambios que sufre con su hijo y crezca con él. Esto aumentará la calidad de tiempo que pasa con su hijo y es posible que haya más confianza en su relación padre-hijo.

Si necesita ayuda, acuda a un profesional.

Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos: