Martes 04 de junio de 2013
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Las últimas movilizaciones de apoyo a Don Evo y su gobierno, nos mostraron una vez más que las multitudes salen a marchar obligadas y con algunos incentivos. Pero lo más llamativo de este asunto es que una gran cantidad de personas no saben exactamente por qué están marchando o por qué están dando el apoyo, al menos eso se colige cuando en entrevistas radiales o televisivas, se escuchan asombrosos justificativos.
¿VICTIMIZACIÓN?
Ante la magnitud de la protesta y movilizaciones de sectores asalariados que reclamaron una mejoría a sus rentas de jubilación, el Gobierno supo ponerse firme, pero, a la vez, parece que hubo cierto temor de que la sangre llegue al río si las cosas continuaban con caprichos de ambos bandos.
Así las cosas, ministros, diputados, senadores y otros portavoces del Gobierno hicieron planear la idea (ya exageradamente recurrente) de que la protesta popular estaba manipulada políticamente y por la derecha.
Salta a la vista pues que el Gobierno se victimizó haciendo creer que podía ser derrocado. Pero ¿realmente podía ser derrocado? Por cierto que no, pues para hacer un golpe de Estado se requiere contar con el apoyo de las Fuerzas Armadas; y estas difícilmente se prestarían a tal aventura, máxime si nos fijamos de que están bien pagadas y tienen el 100 por ciento de sus jubilaciones. Por ende el Gobierno mal puede victimizarse viendo “golpistas” entre los manifestantes.
